Crea Madrid Nuevo Norte, la entidad del grupo BBVA encargada de llevar adelante el proyecto urbanístico anteriormente denominado ‘Operación Chamartín’, ha registrado una pérdida de 4,5 millones de euros en 2024. Esto representa un aumento respecto a los ‘números rojos’ de 3,9 millones de euros del año anterior, coincidiendo con el inicio de las operaciones en el proyecto.
De acuerdo con sus últimas cuentas financieras, a las que ha accedido Europa Press mediante Informa D&B, el volumen neto de negocios alcanzó los 2,2 millones de euros, lo que supone una reducción del 22% comparado con 2023.
La empresa ha comenzado a incurrir en costos adicionales por la adquisición de terrenos para el desarrollo del proyecto en 2024, lo cual explica las pérdidas registradas, que se consideran normales en esta etapa del proceso, a la espera de que la inversión realizada se monetice en el futuro.
El balance muestra ingresos financieros de 11,6 millones de euros, a los cuales se les sustraen gastos de personal de 8,5 millones, aprovisionamientos por 5,4 millones y otros gastos operativos de 5 millones de euros, resultando en un resultado operativo negativo de 5,4 millones de euros. Con un resultado financiero también negativo de 1 millón de euros y créditos fiscales positivos de 2 millones, la empresa registró esos ‘números rojos’ de 4,5 millones de euros.
BBVA posee el 75,5% de esta promotora urbanística, mientras que la socimi Merlin tiene un 14,4% y la constructora San José un 10%. El capital social de la empresa se elevó a 504 millones de euros al cierre de 2024, más del doble que en 2023, tras varias ampliaciones de capital realizadas por los tres accionistas, que solo el año pasado superaron todas las realizadas en el acumulado de todos los años anteriores.
COMPRA DE TERRENOS A ADIF
La actividad actual de la empresa incluye la preparación del desarrollo urbanístico de los terrenos, adquiridos en diciembre del año pasado a las empresas públicas Adif y Renfe, cerca de la estación de tren de Chamartín-Clara Campoamor.
Esta adquisición de terrenos, que excede el millón de metros cuadrados y representa más del 50% del área del proyecto, se formalizó mediante un aplazamiento de pago con garantía hipotecaria, a 20 años y con un interés de mercado, por un valor de 767 millones de euros.
«Este acuerdo muestra una vez más que existe un importante peso en el consenso institucional y la colaboración público-privada. Prueba de ello son todos los avances logrados, en la forma de la aprobación de los convenios y planes, así como la constitución de los órganos necesarios para desarrollar el proyecto», declara la empresa en su informe de resultados.
El presidente Álvaro Aresti, vinculado a BBVA, recibió un salario de 600.000 euros, y las remuneraciones totales de la alta dirección sumaron 2 millones de euros.
La empresa sostiene que el proyecto generará 350.000 empleos a lo largo de su duración y tendrá un impacto de 15.200 millones de euros en el PIB nacional. La recaudación fiscal para todas las administraciones públicas alcanzará los 5.868 millones de euros, de los cuales el 90% provendrá de la inversión privada.