Desde este mes de julio, Suecia ha decidido abolir el impuesto que gravaba los billetes de avión, una medida que se implementó desde abril de 2018. Esta acción tiene como finalidad impulsar la industria aeronáutica nacional y mejorar la conectividad dentro del país.
De acuerdo con estimaciones previas del Gobierno sueco, la eliminación de este impuesto resultará en una disminución de los costos de los vuelos. Específicamente, los viajeros podrán ahorrar aproximadamente 82 coronas suecas (7,28 euros) en vuelos domésticos, 77 coronas (6,84 euros) en vuelos europeos y cerca de 325 coronas (28,87 euros) en vuelos de largo alcance, como aquellos a Estados Unidos.
El Gobierno describió el impuesto como «ineficaz», indicando que afectaba negativamente a las compañías aéreas y motivaba a los suecos a utilizar aeropuertos en países vecinos. Desde la introducción del impuesto, el tráfico aéreo hacia Suecia se redujo en un tercio, según datos de Cirium citados por ‘Bloomberg’.
Este año, en mayo, los aeropuertos de Swedavia, que es una empresa estatal, registraron casi tres millones de pasajeros, lo que representa una disminución del 1% comparado con 2024 y un 17% menos respecto a 2019.
RESPUESTA POSITIVA DE LAS AEROLÍNEAS
La comunidad aeronáutica ha recibido positivamente la cancelación del impuesto. Michael O’Leary, CEO de Ryanair, destacó el gesto de Suecia y sugirió que «ellos también deberían ser más complacientes». En respuesta a esta nueva política, Ryanair planea incrementar su presencia en Suecia con dos aviones adicionales y la creación de 10 nuevas rutas, mientras se retira de los aeropuertos daneses de Aalborg y Billund.
Por otro lado, easyJet y Norwegian también celebraron la noticia, destacando la contribución de esta medida a mantener bajos los costos de viaje y la expansión de operaciones y contratación de personal en la región.