El Ejecutivo suizo ha decidido mejorar sus estimaciones de avance del PIB para este ejercicio y el próximo, tras el acuerdo cerrado en noviembre con Estados Unidos, por el que Washington aceptó reducir al 15% el arancel adicional aplicado a los productos del país alpino, frente al 39% que se venía aplicando desde agosto.
“La reducción de los aranceles estadounidenses ha mejorado las perspectivas para los sectores afectados”, ha indicado la Secretaría de Estado de Economía de Suiza, cuyas previsiones anticipan que los aranceles se mantendrán en los niveles actuales y que no habrá una escalada de las tensiones comerciales, aunque advierte sobre la elevada incertidumbre global al respecto, así como de la alta valoración del franco suizo.
Las proyecciones actualizadas apuntan ahora a un incremento del PIB suizo del 1,4% en 2025, una décima más de lo calculado en octubre, y del 1,1% en 2026, por encima del 0,9% previsto anteriormente. Para 2027 se espera una vuelta a un ritmo de expansión más normalizado, del 1,7%, en paralelo a la recuperación gradual de la economía mundial, con especial incidencia en el caso de Alemania.
En esta línea, se prevé que el sector exterior aporte un impulso positivo, aunque moderado, el próximo año, si bien la demanda interna continuará siendo el principal sostén del crecimiento.
Así, el escenario para la economía helvética vuelve a alinearse con el diagnóstico difundido en junio, cuando los gravámenes adicionales de Estados Unidos se situaban en el 10%.
En relación con la inflación, el Gobierno suizo estima ahora un aumento medio del 0,2% tanto en 2025 como en 2026, mientras que en octubre calculaba un avance del 0,2% este año y del 0,5% en el siguiente y también en 2027. Asimismo, proyecta que la tasa de paro se sitúe en 2026 en el 3,1%, una décima menos de lo contemplado en otoño, para descender hasta el 2,9% en 2027.
“A pesar de cierta relajación de las tensiones, la incertidumbre sobre la política económica y comercial internacional y su impacto macroeconómico sigue siendo alta”, advierten las autoridades helvéticas, señalando el riesgo vinculado a la imposición de aranceles sectoriales adicionales por parte de EEUU y la UE.
El pasado 14 de noviembre, EEUU y Suiza sellaron un pacto por el que Washington reduce al 15% el recargo arancelario a las importaciones originarias del país helvético, en lugar del 39% anunciado el 31 de julio, mientras que Suiza recorta sus propios gravámenes sobre distintos bienes estadounidenses y, además, se compromete a que sus compañías canalicen alrededor de 200.000 millones de dólares (171.851 millones de euros) en inversiones en EEUU antes de que finalice 2028.











