QUIÉN ES QUIÉN
A MANO ALZADA
Este martes, Sumar criticó la decisión de PP, Vox y Junts de alinear sus escaños en el Congreso para rechazar el proyecto de reducción de la jornada laboral a 37,5 horas por semana, mediante enmiendas de totalidad que se debatirán el próximo miércoles en la Cámara Baja.
Las tres agrupaciones poseen una mayoría absoluta con 177 votos en el Parlamento y han confirmado que mantendrán sus enmiendas de totalidad para retirar la propuesta de la tramitación parlamentaria.
Varios diputados de Sumar han expresado su desaprobación por esta acción, indicando que las enmiendas no sólo se oponen al Gobierno de coalición, sino que perjudican a más de doce millones de trabajadores.
«ESTÁN VOTANDO EN CONTRA DE CAJERAS, SANITARIOS Y REPARTIDORES»
«Quien vota en contra está votando en contra de las cajeras, sanitarios, repartidores, del conjunto de gente trabajadora que levanta y sostiene este país hace muchísimos años», declaró Verónica Martínez Barbero, portavoz de Sumar en el Congreso, durante una rueda de prensa.
Barbero subrayó la importancia de reducir la jornada laboral como un paso hacia un futuro «necesario» y «justo», invitando a PP, Vox y Junts a reflexionar y apoyar el progreso del país.
Tesh Sidi, diputada de Más Madrid en Sumar, expresó su desconcierto ante la postura del PP, considerando que Alberto Núñez Feijóo, líder del partido, había propuesto jornadas flexibles de cuatro días durante la campaña electoral.
COMPROMÍS TACHA DE «TRUMPISTA» A LA OPOSICIÓN
Alberto Ibáñez, diputado de Compromís y miembro de Sumar, calificó a la oposición de «trumpista» y «muy irresponsable» por su postura contraria a la medida, describiendo su argumentación como «esclavista».
Gerardo Pisarello, dirigente de En Comú y primer secretario de la Mesa del Congreso, comentó que es complicado comprender las razones de PP, Vox y Junts para bloquear el avance del proyecto, el cual «beneficiaría a muchos trabajadores». Pisarello también criticó a los seguidores de Carles Puigdemont por aliarse con PP y Vox y rechazar la norma solo para «contentar» a la patronal catalana, Foment de Treball.
