La próxima semana, Sumar llevará al Congreso una propuesta no legislativa solicitando al Gobierno que comience a trabajar en una normativa que estudie si la alimentación forzada es coherente con los hallazgos científicos en la fabricación de foie gras, con el objetivo final de prohibir esta técnica para “eliminar el sufrimiento animal”.
En la sesión de la Comisión de Agricultura, se discutirá que en España, cerca de un millón de patos y ocas anualmente son sometidos a una alimentación forzada. Esta práctica consiste en alimentar a los animales con hasta dos kilos de pasta de maíz diariamente durante dos semanas, lo que sería comparable a doce kilos en humanos.
Sumar también señala que España está entre los cinco únicos países europeos, junto con Francia, Hungría, Bulgaria y Bélgica, que aún participan en esta industria, concentrándose la producción nacional en regiones como Castilla y León, Navarra, País Vasco, Cataluña y Aragón.
ALGUNOS NO ALIMENTAN A LA FUERZA
Por otro lado, “no todos los productores de foie gras alimentan a sus animales a la fuerza”, indica Sumar, destacando que algunos productores prefieren utilizar el comportamiento natural de alimentación de las aves antes de la migración para obtener hígados agrandados.
Además, el grupo plurinacional solicita al Gobierno a abrir una consulta pública para crear una normativa que examine la viabilidad de la alimentación forzada bajo criterios científicos y legales, y la percepción pública sobre el bienestar animal.
Tras revisar estos aspectos, Sumar propone prohibir la alimentación forzada en la producción de foie gras y promover una transición hacia métodos alternativos y naturales, apoyando a los productores en este cambio. Finalmente, instan a promover en la Unión Europea la eliminación de los pesos mínimos del hígado en las regulaciones comerciales de este producto.
