En la jornada bursátil de este miércoles, Telefónica experimentó un nuevo descenso, con una caída del 4,13% a las 11.40 horas, situándose en 3,575 euros por acción. Este retroceso sigue al ajuste negativo del 13,12% registrado en la sesión anterior, una reacción a la presentación de su nuevo plan estratégico. Hasta ahora, el nuevo enfoque ha resultado en una reducción aproximada de 4.000 millones de euros en la capitalización bursátil de la empresa.
Al mediodía, la capitalización de Telefónica se estimaba en 20.270 millones de euros, una disminución notable desde los 24.336 millones de euros al cierre del lunes, justo antes de la revelación de su plan, que incluye una reducción del 50% en el dividendo para 2026.
La futura retribución a los accionistas para los años 2027 y 2028 dependerá del rendimiento de la empresa, oscilando entre el 40% y el 60% del flujo de caja libre. La clave de la caída bursátil de Telefónica radica en la nueva política de dividendos, que ha llevado a la empresa a perder cerca del 17% en su valor en bolsa desde el martes hasta la fecha.
“Nosotros sabemos que hemos de tomar decisiones difíciles […] aquellas que son difíciles de explicar o difíciles de entender”, declaró Marc Murtra, presidente de Telefónica, quien también señaló: “Nos fijamos mucho en la generación de valor, en los fundamentos, y entendemos que los mercados a veces son ruidosos o a veces son muy ruidosos”. Murtra confía en que, una vez demostrada la solidez de los fundamentos y su capacidad de implementación, el mercado acabará por reconocer su valor.
De acuerdo con Europa Press, el martes fue la peor sesión bursátil de Telefónica desde el 12 de marzo de 2020. A pesar de los desafíos, la compañía anticipa un crecimiento anual compuesto en ingresos, ebitda ajustado y caja operativa de entre el 1,5% y el 2,5% para el periodo de 2026 a 2028, y del 2,5% al 3,5% a partir de entonces hasta 2030.
El plan estratégico no especifica adquisiciones concretas, pero la empresa ha expresado su disposición a explorar compras en Europa y, de ser necesario, no descarta una ampliación de capital. Además, se contempla la posibilidad de un ERE, situación que los sindicatos ya anticipan, esperando comunicaciones oficiales tras las elecciones sindicales próximas.
