La Confederación Española del Transporte de Mercancías (CETM) ha vuelto a poner sobre la mesa las consecuencias económicas que acarrearía un posible encarecimiento del diésel, al trasladarse ese aumento de costes a toda la cadena de suministro y, en última instancia, al conjunto de la economía.
La patronal del transporte calcula que, si el Impuesto Especial de Hidrocarburos se incrementa un 24,72% y el litro de gasóleo pasa de 1,42 euros a 1,533 euros, el coste extra por llenar el depósito de un camión ascendería a 113,3 euros, lo que supondría un fuerte sobrecoste para las empresas del sector.
“Esta subida no solo afectaría directamente a empresas y autónomos del transporte de mercancías por carretera, sino que tendría un efecto dominó en toda la economía española, encareciendo productos y servicios para los ciudadanos”, argumenta la organización, que advierte de que el impacto se notaría en múltiples actividades productivas.
La CETM recuerda que ya ha trasladado reiteradamente su rechazo al Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible, subrayando el aumento de los costes operativos, la presión al alza sobre los precios de bienes y servicios, la merma de competitividad de los productos españoles y la posible pérdida de recaudación por el desvío de consumos hacia flotas extranjeras.
Ante la necesidad del Gobierno de recabar apoyos parlamentarios para sacar adelante esta medida, la Confederación reclama a todos los partidos que valoren el “grave impacto” que tendría y que no la respalden a cambio de cesiones en otras materias, por considerar que dañaría de forma directa al tejido empresarial del transporte.
Además, la organización empresarial tacha de “inaudito” que no se contemplen instrumentos de apoyo específicos al transporte de mercancías por carretera en plena transición hacia una movilidad más sostenible, y critica que el reciente Plan Auto 2030 centre sus ayudas en los vehículos eléctricos sin incluir a los vehículos pesados.