La plataforma Freedome destaca que la desestacionalización del turismo en España podría minimizar la dependencia de los meses de alta afluencia, asegurando ingresos más regulares para los operadores y fomentando empleo local estable. Este enfoque también promueve un turismo respetuoso con el medioambiente y valora la autenticidad de cada zona.
Enfrentando este desafío, el turismo outdoor emerge como una alternativa eficiente. Freedome revela datos de un estudio de 2024 en Italia, donde más del 60% de los turistas participan en actividades al aire libre en cualquier temporada, y un 25,3% lo hace especialmente en meses clave. Además, el 54,1% ha explorado de 1 a 2 nuevos destinos gracias a estas experiencias, y el 76,1% prefiere operadores locales pequeños.
IMPACTO ECONÓMICO: ESTABILIDAD E IMPULSO A LA COLABORACIÓN LOCAL
Las actividades al aire libre alivian la estacionalidad y distribuyen mejor los flujos turísticos, generando un efecto multiplicador en la economía local. El 63,1% de las experiencias se vinculan con la gastronomía o cultura local, beneficiando a diversos sectores. En Italia, el 73,9% de los operadores ha sumado nuevos colaboradores debido a la visibilidad y sinergias con Freedome.
«Los datos son claros: el turismo outdoor no solo contribuye a un modelo más sostenible y auténtico, también asegura estabilidad económica y laboral para los territorios. En España vemos un potencial enorme para replicar este efecto positivo, gracias a la diversidad de paisajes y climas que permiten actividades durante todo el año», señala Manuel Siclari, cofundador de Freedome.
Este modelo de turismo diversificado y accesible todo el año se refleja en actividades como el paseo a caballo en Pinto, Madrid, el coasteering en Villajoyosa, Alicante, o el parapente en Alarilla, Guadalajara. El rafting en el cañón de Almadenes, Murcia, es otra opción que desafía el turismo costero convencional.
HACIA UN TURISMO MÁS SOSTENIBLE Y RESILIENTE
El estudio de Freedome también destaca el papel del turismo outdoor en mitigar el ‘sobreturismo’, con ciudades como Toledo y San Sebastián imponiendo regulaciones para preservar la calidad de vida urbana. En las Islas Cíes, un límite estricto de visitantes ayuda a proteger el ecosistema.
Para España, este modelo representa una oportunidad estratégica de garantizar ingresos más constantes y fomentar un turismo que respeta el medioambiente. «Si en Italia hemos visto que Freedome ha generado un impacto económico de más de 15 millones de euros desde su fundación, gracias a los productos y servicios que los visitantes consumen en el lugar del destino, creemos que en España el potencial es el mismo», añade Michele Mezzanzanica, cofundador de Freedome.
Tras su éxito en Italia, Freedome se expande a España en 2025, operando ya en múltiples comunidades con un enfoque en la profesionalización y digitalización del sector turístico.
















