Este viernes, los 27 países miembros de la Unión Europea han aprobado definitivamente la propuesta de la Comisión Europea de extender por dos años más la normativa que exige a los estados miembros tener sus reservas de gas al 90% de capacidad antes del invierno, aunque se han hecho ajustes para permitir desviaciones ante posibles perturbaciones del mercado.
Estas normas de almacenamiento, que iban a expirar al terminar 2025, se establecieron en 2022 después del inicio del conflicto entre Rusia y Ucrania, buscando asegurar el abastecimiento y minimizar la inestabilidad de los precios.
Así, se conserva la directriz obligatoria actual del 90% para el almacenamiento de gas, pero se introduce una ventana de cumplimiento desde el 1 de octubre hasta el 1 de diciembre, modificando la fecha límite previa del 1 de noviembre.
Los gobiernos de las capitales han incorporado también la opción de alterar hasta un 10% la meta establecida del 90% bajo circunstancias de mercado adversas que impidan el llenado adecuado de los almacenamientos.
Además, a través de un acto delegado, la Comisión Europea podrá incrementar hasta un 5% adicional la flexibilidad para alcanzar la meta de llenado si continúan las condiciones desfavorables del mercado.