La Unión Europea ha comunicado recientemente que destinará una suma de 1.150 millones de euros para apoyar proyectos en Centroamérica que buscan integrar y modernizar las infraestructuras de transmisión y distribución eléctrica, promoviendo así la generación de energía renovable en países como Costa Rica, Panamá, Honduras, Guatemala, El Salvador y Belice mediante préstamos del Banco Europeo de Inversiones (BEI).
Este esfuerzo del BEI tiene como finalidad acelerar la transición energética y alcanzar los objetivos de descarbonización en la región, asegurando el acceso a una electricidad más fiable y económica para sus ciudadanos.
“Este proyecto de interconexión es absolutamente esencial. La transición climática y la transición energética no consisten solo en producir e invertir en más renovables, no. También tenemos que invertir en tener un sistema de interconexión inteligente que permita aprovechar las sinergias de los diferentes componentes de generación energética producidos por todos los países”, ha afirmado Antonio Costa, presidente del Consejo Europeo, durante un foro empresarial en el marco de la cumbre UE-CELAC en Colombia.
Además, Costa ha señalado la importancia de actuar frente al cambio climático, citando la “trágica violencia” del huracán Melissa como un ejemplo palpable de este fenómeno ya presente y urgente. “Y en lo que vamos con retraso”, ha añadido.
Por su parte, Nadia Calviño, presidenta del BEI, ha reiterado el papel del banco como un pilar fundamental en la transición energética de América Latina y el Caribe. “Esta financiación proporcionará energía más limpia, una red mejor conectada y un suministro más seguro y de mayor calidad para millones de personas”, ha declarado.
Se prevé que el proyecto incluya entre cinco y seis suboperaciones, con montos que oscilarán entre los 150 millones y los 350 millones de euros, a través de préstamos a empresas eléctricas nacionales e instituciones regionales.
Finalmente, el BEI ha destacado que esta iniciativa apoya de manera significativa los compromisos climáticos de los países centroamericanos, contribuyendo con aproximadamente el 85% a la acción climática.











