La Unión Europea ha alcanzado un consenso político provisional respecto a la iniciativa de la Comisión Europea para introducir nuevas técnicas genómicas (NGTs), destinadas a modificar el material genético de organismos. Este avance permitirá fomentar la innovación en la mejora de cultivos y plantas a lo largo de Europa.
El plan, que se espera que entre en vigor para 2028, tiene como finalidad apoyar a los agricultores en el desarrollo de plantas más adaptadas al cambio climático y en la obtención de cultivos más ecológicos que requieran menos recursos, fertilizantes y pesticidas para su mantenimiento. Esta medida busca posicionar a los agricultores europeos en un nivel competitivo similar al de productores internacionales.
Además, esta iniciativa promete una reducción considerable de la carga administrativa, asegurando al mismo tiempo que se mantengan altos estándares de seguridad para las plantas y productos derivados de las NGTs.
Desde Bruselas, se ha valorado positivamente el acuerdo, destacando que las nuevas técnicas genómicas son “herramientas innovadoras que pueden impulsar nuestros sectores agrícola y de bioeconomía, al permitir cambios más rápidos, dirigidos y precisos en las variedades de plantas que las técnicas de reproducción convencionales”.
ACUERDO DE COLEGISLADORES
Los negociadores del Parlamento Europeo y los Estados miembros acordaron eximir a las plantas que se desarrollan naturalmente o a través de reproducción convencional, conocidas como NGT1, de la mayoría de los requisitos de precaución establecidos en la legislación de la UE sobre organismos genéticamente modificados (OGM).
Estas plantas estarán sujetas a un proceso de verificación basado en criterios previamente definidos y, si los cumplen, serán tratadas como convencionales. En contraste, las demás plantas modificadas, denominadas NGT2, continuarán bajo las normativas existentes. Esta regulación afectará tanto a las plantas autóctonas de la UE como a las importadas.
Asimismo, se establecieron criterios para definir qué constituye una planta NGT1 y, a solicitud de la Eurocámara, se elaboró una lista de características específicas, excluyendo aquellas con efectos insecticidas y tolerancia a herbicidas, que no serán permitidos en las plantas NGT1.
Para garantizar que el uso de las técnicas genómicas se centre en la resistencia al clima y a las plagas, se ha encargado a Bruselas y a los Estados miembros la tarea de monitorear el impacto de sostenibilidad de las plantas modificadas mediante datos de controles oficiales.
Estas normativas serán adoptadas formalmente por el Consejo y el Parlamento Europeo, y se espera su publicación en el Diario Oficial en 2026, para comenzar a aplicarse dos años más tarde.
