El sindicato UGT ha expresado su preocupación por las potenciales consecuencias en el empleo derivadas de la consolidación del sector de las telecomunicaciones en Europa, tomando como referencia la posible adquisición de Altice en Francia. UGT ha señalado la oferta de Orange, Bouygues e Iliad a Altice, propietaria de SFR, la segunda operadora más importante de Francia, para dividir sus principales activos en una operación estimada en unos 17.000 millones de euros.
“A la espera de que los implicados se pongan de acuerdo (…) resulta del mayor interés seguir la evolución de esta operación. Porque sus consecuencias, en caso de ser autorizada con pocos o nulos ‘remedies’ por parte de la Comisión Europea, supondrían un punto de inflexión de profundas implicaciones laborales”, advirtió el sindicato.
UGT ha recordado que anteriormente la Comisión Europea tendía a obstruir las compras entre operadoras para proteger la competencia y los consumidores. No obstante, esta postura parece estar cambiando, ya que las fusiones y concentraciones están regresando con fuerza al sector. Con especial atención a Francia, el sindicato destaca que podríamos estar ante un cambio en la estructura preferida por la Comisión, que tradicionalmente favorecía un mercado con tres operadores dominantes y uno ‘low cost’.
“Se pasaría a un mercado compuesto por tres grandes actores. Esta geometría sectorial siempre ha sido la preferida por expertos e inversores, argumentando que se precisa de escala financiera para acometer grandes inversiones en tecnología y conformar un potencial competitivo ante un ecosistema digital cada vez más inclinado hacia Estados Unidos y Asia”, explicó UGT.
Estas declaraciones de UGT surgen en un contexto donde Telefónica podría anunciar un expediente de regulación de empleo tras presentar su nuevo plan estratégico. Además, se conoció recientemente que Orange ha firmado un acuerdo preliminar para adquirir el 50% de MasOrange por 4.250 millones de euros, buscando el control total de la operadora líder en España. Poco después de la fusión autorizada entre MásMóvil y Orange, que tardó casi dos años, se aplicó un ERE que afectó a 609 empleados de la teleco.
