La Unión de Uniones de Agricultores y Ganaderos ha hecho un llamamiento en Bruselas para que se implemente una normativa en la Unión Europea que obligue a mencionar el país de cultivo en las etiquetas del arroz, sin importar el lugar de transformación o envasado.
“Es necesario asegurar una trazabilidad real del producto para reforzar la confianza en la cadena alimentaria y contribuir a la sostenibilidad y competitividad del sector arrocero europeo”, argumentó Fernando Durá, encargado del sector arrocero en la organización.
Análisis y Propuestas
La entidad presentó un informe detallado en el que se critica la regulación actual destacando “los efectos negativos” del sistema vigente y sugiere una modificación del reglamento para “subsanar esta laguna jurídica”.
Además, Unión de Uniones argumenta que la actual normativa promueve la competencia desleal de países no miembros de la UE, provoca una caída de los precios en el sector agrícola y restringe la información transparente y precisa al consumidor. Según la organización, el arroz importado se produce con menores estándares y a un coste más reducido.
La organización también ha criticado la falta de exigencia de indicar el origen en el arroz por parte de la UE, a diferencia de otros productos como frutas, hortalizas, carne, miel o aceite, lo cual consideran “una discriminación injusta” especialmente para el sector arrocero valenciano.
Finalmente, la entidad ha hecho un llamado a los consumidores para que verifiquen el etiquetado y demanden que se especifique “claramente” el país de cultivo del arroz, destacando que esta es la única manera de proteger la calidad y la seguridad alimentaria en Europa, según concluyó Durá.