La Comisión Europea ha seleccionado veinte proyectos españoles para incluirlos en su segunda lista de 235 iniciativas transfronterizas de energía, otorgándoles la categoría de Proyectos de Interés Común (PIC) y Proyectos de Interés Mutuo (PIM), desde su lanzamiento en 2023.
Entre los proyectos destacados se encuentran las conexiones eléctricas entre Portugal y España a través de Beariz-Fontefría, Fontefria-Ponte de Lima y Ponte de Lima-Vila Nova de Famalicão (PT), que incluyen subestaciones en las localidades mencionadas y una conexión marina con Francia entre Gatica y Cubnezais por el Golfo de Vizcaya.
Además, se incluyen enlaces eléctricos transpirenaicos entre Navarra y Landes (Francia), así como entre Aragón y Marsillon (Francia). También se han añadido al listado proyectos de bombeo hidroeléctrico y sistemas reversibles como NavaLeo, Aguayo II, CHR Irene y PSP Conso II.
En el sector del hidrógeno, la lista incorpora el corredor H2med, que conecta Portugal, España, Francia y Alemania, incluyendo el hidroducto BarMar entre Barcelona y Marsella, además de la infraestructura interna en España. También se han seleccionado cinco nuevas plantas electrolizadoras y dos almacenes subterráneos de hidrógeno en el norte de España, junto con el proyecto Pycasso que vincula España y Francia.
En total, la lista incluye 113 proyectos de redes eléctricas, inteligentes y marítimas cruciales para integrar renovables, 100 proyectos de hidrógeno y electrolizadores para la descarbonización energética, y 17 iniciativas de infraestructura para el transporte de carbono, entre otros.
Estos proyectos podrán solicitar financiación europea a través del Mecanismo ‘Conectar Europa’ y se beneficiarán de procedimientos acelerados para su implementación. La vicepresidenta Teresa Ribera ha destacado que estos proyectos «son más que infraestructuras transfronterizas, son el salvavidas de nuestra Unión de la Energía».
Tras su aprobación, la lista se presentará al Parlamento Europeo y al Consejo para su control, sin que puedan modificarla. La Comisión estima que las necesidades de inversión en infraestructuras energéticas rondarán los 1,5 billones de euros hasta 2040, enfocándose en una red energética eficiente para una transición limpia y rentable.