Veolia ha firmado un acuerdo con Enviri para comprar la compañía estadounidense Clean Earth por un valor de 3.000 millones de dólares (2.600 millones de euros), una movida estratégica que busca potenciar su crecimiento en Estados Unidos y duplicar su presencia en el sector de los residuos peligrosos, colocándose como el segundo mayor operador del mercado.
La operación, que se espera completar para mediados de 2026, generará sinergias estimadas en 120 millones de dólares (104 millones de euros) para el cuarto año y se anticipa un incremento en el beneficio por acción a partir del segundo año. CriteriaCaixa, el brazo inversor de la Fundación “la Caixa”, figura como uno de los principales accionistas de la empresa francesa tras adquirir un 5% en marzo pasado.
Con esta adquisición, los ingresos de Veolia en la gestión de residuos peligrosos se proyectan en 5.200 millones de euros, con un margen Ebitda del 17%. Además, la empresa ha recalibrado sus metas financieras para este segmento, apuntando a un aumento del Ebitda de al menos el 10% entre 2024 y 2027.
«Esta es la mayor y más transformadora adquisición de Veolia desde la fusión con Suez», señaló la compañía, que con este movimiento se consolida como una de las principales en un sector de rápido crecimiento en Estados Unidos, ofreciendo un espectro completo de servicios medioambientales a nivel nacional.
Veolia también ha resaltado que esta compra es clave en la transformación de su cartera, que inició hace dos años, con una rotación de activos prevista de aproximadamente 4.000 millones de euros para 2024 y 2025. Con la incorporación de Clean Earth y la venta de otros activos por 2.000 millones de euros, Veolia habrá completado una rotación de activos de cerca de 8.500 millones de euros desde el inicio de su estrategia GreenUp.
«Esta adquisición representa un paso importante en la transformación del grupo y el fortalecimiento de su perfil financiero», declaró Estelle Brachlianoff, consejera delegada de Veolia, añadiendo que la adquisición de Clean Earth es crucial para maximizar el rendimiento de sus operaciones de gestión de residuos peligrosos en Estados Unidos y para consolidar su posición como una de las principales empresas del sector.
