Wizz Air ha anunciado un beneficio neto de 323 millones de euros durante su primer semestre fiscal, que concluyó el 30 de septiembre, marcando un aumento del 2,6% en comparación con el mismo periodo del año anterior.
En estos seis meses, la aerolínea logró ingresos totales de 3.342 millones de euros, un crecimiento del 9%. El beneficio bruto de explotación (Ebitda) alcanzó los 981 millones de euros, un incremento del 18,8%, mientras que el beneficio operativo experimentó una subida del 25,8%, situándose en 439 millones de euros.
En términos operativos, la compañía de bajo coste húngara transportó a 36,5 millones de pasajeros, lo que representa un incremento del 9,8%, aunque el factor de ocupación fue del 92,4%, ligeramente inferior en 0,1 puntos porcentuales al año anterior.
A pesar de estos resultados favorables, Wizz Air ha tenido que ajustar sus previsiones de capacidad para el resto del año debido a problemas de mantenimiento que han afectado su flota. Específicamente, las dificultades con los motores Pratt & Whitney desde 2023 han llevado a la aerolínea a inmovilizar varios de sus aviones Airbus, reduciendo así sus expectativas de crecimiento del beneficio al 10%, por debajo del 20% previsto en junio.
Tras estos anuncios, las acciones de Wizz Air experimentaron un alza del 10% en la Bolsa de Londres, donde la empresa tiene su cotización.
