El Consejo Mundial de Viajes y Turismo (WTTC) ha emitido una advertencia sobre la implementación de impuestos como solución a la masificación turística, señalando que ‘no siempre resuelven los problemas reales y pueden poner en riesgo empleos, ingresos y servicios’. Esto se desprende de un reciente informe que aboga por una estrategia más perspicaz para salvaguardar el turismo en lugares de gran afluencia.
La organización global ha explicado que ‘una solución universal’ no es viable, dado que cada destino posee características únicas y las medidas deben adaptarse a contextos locales específicos. No obstante, sostiene que mediante la colaboración y una planificación adecuada, la industria turística puede continuar floreciendo.
Julia Simpson, presidenta del WTTC, ha hecho un llamado a los encargados de tomar decisiones para que piensen a futuro, colaboren y se enfoquen en los beneficios a largo plazo, tanto para los residentes como para los visitantes.
El documento también destaca que, aunque la sobrepoblación es frecuentemente vista como un dilema turístico, muchas de las verdaderas presiones emergen de ‘cuestiones más profundas’ como la falta de inversión en infraestructura, la planificación inadecuada y la división en la toma de decisiones, problemas que impactan tanto a locales como a turistas.
El estudio menciona que restringir el número de visitantes en 11 grandes ciudades europeas podría ocasionar una pérdida de 245.000 millones de dólares (209,6 millones de euros) en PIB y casi tres millones de empleos en un lapso de tres años.
Además, el informe resalta ejemplos de destinos que están implementando acciones beneficiosas, como el Consorcio de Turismo de Barcelona, que ‘opera bajo un modelo de colaboración público-privada, guiado por los principios de los objetivos de desarrollo sostenible’. Asimismo, menciona a Islandia que ‘reinvierte los impuestos turísticos directamente en la protección del medio ambiente’.











