La vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, ha revelado que durante meses ha colaborado con Junts para implementar la reducción de la jornada laboral a 37,5 horas semanales. Sin embargo, ha manifestado al partido de Carles Puigdemont que en las negociaciones ‘no se puede condicionar el absoluto, el todo’.
‘Yo tengo límites y no voy a entregar mi país’, declaró Díaz, sin ofrecer detalles sobre las discusiones en curso con Junts.
En una entrevista con Onda Cero, recogida por Europa Press, la vicepresidenta explicó que está familiarizada con la dinámica parlamentaria y la representación de cada grupo. ‘Pero lo que se debe hacer es negociar y no condicionar el absoluto, el todo (…) Negociar es negociar, no es tener una posición dominante que otorgue el derecho a imponer cualquier cosa’, añadió.
Díaz cuestionó si el intento de Junts de ‘chantajear’ al Gobierno en esta negociación representaba un error político al negar a los trabajadores una conquista ‘ganada en la calle’.
‘Yo nunca he dicho que Junts sea parte del bloque progresista y creo que nadie les ha hablado como yo lo hice ayer. Se puede negociar con cualquier partido, incluido el PP, pero sobre temas específicos. Negociar es negociar’, enfatizó.
‘NO ME SENTÍ SOLA EN EL DEBATE’
Referente a la ausencia de Pedro Sánchez en el reciente debate que rechazó la propuesta de jornada reducida, Díaz comentó que ‘no estaba previsto’ su asistencia.
‘El presidente seguramente siguió el debate (…) Había miles de trabajadores y trabajadoras fuera del Congreso (…) No solo no me sentí sola, sino que me apasionó defender lo que creo y mostrar las diferencias políticas’, afirmó.
Además, Díaz aseguró que desde el sector socialista del Gobierno no se le solicitó retirar el proyecto de ley para evitar su votación en el Congreso.
‘La bancada socialista estaba entusiasmada. Este debate es fundamental para la vida de las personas, y los votantes de todas las formaciones desean que se lleve a cabo. Es difícil no sentirse apoyado cuando esta medida ha sido ganada en la calle. No hay vuelta atrás’, concluyó.