Vox rompe con el PP en Zaragoza
Vox ha decidido romper con el Partido Popular en Zaragoza y no respaldará los Presupuestos municipales de 2026 de la alcaldesa Natalia Chueca.
El anuncio, realizado de forma conjunta y “solemne” por los cuatro concejales del grupo municipal, marca un cambio de rumbo en una relación que hasta ahora había sido estable y pragmática desde la llegada de la formación de Abascal al consistorio en 2019.
Líneas rojas de Vox
El portavoz de Vox en el Ayuntamiento, Julio Calvo, ha justificado el giro por el nuevo contexto político nacional y por la necesidad de “incrementar la presión” sobre los gobiernos del PP.
Entre las líneas rojas que esgrime Vox figuran la implantación de la Zona de Bajas Emisiones (ZBE), el incremento del endeudamiento municipal y el aumento del gasto corriente previsto en el borrador presupuestario.
Fuerza a Chueca a aprobar los presupuestos por la vía de la cuestión de confianza
Pese a la contundencia del gesto, el rechazo de Vox no compromete de forma decisiva la aprobación de las cuentas. El Reglamento Orgánico Municipal permite a la alcaldesa someter el presupuesto a una cuestión de confianza y, en ausencia de un candidato alternativo con apoyos suficientes, darlo por aprobado incluso si pierde la votación plenaria.
Vox ya ha dejado claro que nunca apoyaría a un alcalde socialista, lo que deja sin recorrido una alternativa real.
El propio Calvo ha llegado a señalar esta vía como salida al bloqueo, evidenciando la doble lógica que convive en el grupo municipal: distanciamiento político del PP y, al mismo tiempo, garantía de que Zaragoza tendrá presupuestos.
De la política local a la estrategia nacional
Hasta ahora, Vox había respaldado todos los presupuestos del PP en Zaragoza, incluso en contextos de ruptura en otros ámbitos institucionales.
La negativa de este año llega cuando las cuentas estaban prácticamente cerradas y apunta a una alineación más estricta con la estrategia estatal del partido, basada en marcar perfil propio y endurecer posiciones ante el PP en un clima de campaña permanente.
Desde la dirección nacional de Vox se desvincula el movimiento de Zaragoza de otras negociaciones presupuestarias o de la política autonómica aragonesa, y se insiste en que responde a las “líneas rojas” del partido: oposición a las ZBE, recorte de la cooperación internacional y eliminación de subvenciones a ONG vinculadas a la acogida de migrantes.
El PSOE se ofrece y el PP minimiza el impacto
Tras el anuncio de Vox, el PSOE ha ofrecido al PP negociar los presupuestos municipales, una propuesta que el Gobierno local descarta y enmarca en una maniobra de posicionamiento electoral. Desde el entorno de Chueca se subraya que Vox había avalado previamente las ordenanzas fiscales y que el cambio de postura responde exclusivamente a cálculos políticos.
La alcaldesa considera que, incluso en el escenario más adverso, Zaragoza contará con presupuestos para 2026 y que la maniobra de Vox responde más a una estrategia de distanciamiento simbólico del PP que a una voluntad real de bloqueo institucional.
En la práctica, la ruptura añade ruido político, retrasa los plazos y eleva la tensión, pero deja intacto el desenlace: presupuestos aprobados y una foto clara de Vox marcando perfil propio frente al PP, también en Zaragoza.