El PP de Alberto Núñez Feijóo ha conseguido asestar un duro revés al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, tras el desplome del PSOE en Extremadura —que firma su peor registro en la comunidad al ceder 10 escaños y quedarse en 18—, pero no ha logrado poner freno al empuje de Vox. El partido de Santiago Abascal se ha disparado en esta autonomía al pasar de 5 a 11 diputados y aspira a ser pieza clave en la próxima legislatura.
La lista encabezada por María Guardiola se ha impuesto en las elecciones de este domingo con 29 escaños y el 43% de los sufragios, un representante más que en mayo de 2023 y un incremento de cuatro puntos. No obstante, se queda a cuatro diputados de la mayoría absoluta y pierde 20.000 votos respecto a la anterior cita autonómica.
Además, los 'populares' no han logrado desinflar el crecimiento de Vox, que sale reforzado en la región y previsiblemente endurecerá sus condiciones en las negociaciones. Durante la campaña, la formación de Abascal advirtió en varias ocasiones a Guardiola de que tendría que "pasar por el aro" y que no renunciaría a sus demandas en materia de Pacto Verde o inmigración.
Vox se fortalece y el PSOE ve riesgo pero también munición
Para el equipo de Feijóo, el resultado tiene un sabor agridulce: gana en las urnas, pero entra en un nuevo ciclo electoral —con Aragón, Castilla y León y Andalucía en el horizonte de 2026— condicionado por el ascenso de Vox, un auge que ofrece al PSOE argumentos de campaña de cara a esas futuras convocatorias.
Los grandes beneficiados de la noche son Vox, que suma seis escaños y alcanza el 16,9% de los votos, y Unidas por Extremadura, que logra siete diputados —tres más que hace dos años y medio— y el 10,25% de los sufragios.
Ambas fuerzas son las que mejor han capitalizado el hundimiento del PSOE en la comunidad, en una campaña marcada por los casos de corrupción que han salpicado a los socialistas y por denuncias de acoso sexual, como la que afecta a Francisco Salazar, que coparon el foco mediático en plena contienda electoral.
“Una derrota de Sánchez, no de Gallardo”
Fuentes del entorno de Feijóo reivindican el resultado, subrayando que la derecha suma el 60% de las papeletas en un territorio tradicionalmente dominado por el PSOE. Al margen de estos dos años y medio de mandato de Guardiola, el PP solo había gobernado la región entre 2011 y 2015, cuando José Antonio Monago fue investido gracias a la abstención de IU.
En 'Génova' responsabilizan directamente a Pedro Sánchez del descalabro socialista en Extremadura y sostienen que es el jefe del Ejecutivo, y no su aspirante autonómico, Miguel Ángel Gallardo, quien debería comparecer esta misma noche para asumir su "fracaso".
"La derrota no es de Gallardo, es de Pedro Sánchez", insisten las mismas fuentes, que recalcan que "todos los partidos suben salvo uno, el de Pedro Sánchez". Además, remarcan que el PP avanza casi cuatro puntos, mientras que el PSOE se deja casi 14.
Un bastión histórico del PSOE que cambia de manos
Desde la dirección nacional del PP destacan que van a gobernar en uno de los bastiones tradicionales del socialismo y trazan este paralelismo: perder Extremadura y Andalucía para el PSOE equivale a que el Partido Popular cayera en Galicia o Murcia, territorios donde ha mandado en las últimas décadas. "Si no aguantan en Extremadura, ¿donde van a hacerlo?", se preguntan en el círculo de Feijóo.
Feijóo —que se volcó en la campaña con cinco días de presencia en Extremadura y dos grandes actos junto a su candidata— ha leído estos comicios en clave estatal, asegurando que suponían "el inicio del fin del sanchismo" y enviando "un mensaje de cambio" y "de esperanza al conjunto de los españoles".
Conversación de Feijóo con Guardiola tras el escrutinio
El presidente del PP mantuvo una videollamada con María Guardiola, a quien felicitó "por su triunfo, por una subida de más de 4,4 puntos y por sacarle casi 18 puntos al PSOE", según fuentes de la formación.
"La derrota para el PSOE es grande y después de una paliza para la historia ya trabajamos en la siguiente gran noche para el Partido Popular. En ese sentido, el presidente del PP en Aragón ha seguido el escrutinio en la sede nacional con Feijóo. Tras ganarles hoy, ya trabajamos en ganarles de nuevo el 8 de febrero. Ese día Pedro Sánchez ya no debería ser presidente del Gobierno", añaden las mismas fuentes.