Los diez retos para que España lidere la agenda económica y digital en Bruselas

El ecosistema digital español presenta en la capital belga una hoja de ruta con una batería de compromisos para reforzar la competitividad europea. Las propuestas buscan equilibrar la política industrial y la innovación tecnológica, impulsar la autonomía estratégica y posicionar al país como actor clave

La industria europea lleva meses recorriendo el camino hacia la competitividad y el impulso a la innovación a gran escala, hasta ahora agendas que competían entre sí. En esta carrera, será fundamental el papel que juegue España. De primeras, parte de una posición estratégica, al contar con un fuerte poder digital, una energía emprendedora y una interconexión internacional.

En este sentido, el ecosistema digital español, que abarca desde las grandes empresas hasta las startups con potencial de convertirse en unicornios, ofrece a los Veintisiete activos tangibles para hacer posible su ambición global. Por esta razón, Adigital ha puesto sobre la mesa una hoja de compromisos, avalados por el sector, con el objetivo de avanzar en esta línea.

Los objetivos presentados buscan servir de propuestas equilibradas, “realistas y con visión de futuro”, para impulsar a los “campeones tecnológicos europeos”. Para lograrlo, se pretende hacer uso de la creatividad en el diseño de políticas públicas, la movilización de inversiones y el mantenimiento de la cooperación internacional.

A lo largo de la propuesta, se abordan áreas críticas como la necesidad de equilibrar la política de competencia y el fomento del liderazgo en tecnologías profundas como la Inteligencia Artificial. También se enfatiza la importancia de la ciberseguridad, la movilización de inversiones coordinadas y la simplificación regulatoria para desbloquear el Mercado Único Digital.

Escalabilidad en sectores estratégicos

Las empresas consideran que la política de competencia debe garantizar la igualdad de condiciones, al mismo tiempo que permite a las compañías europeas alcanzar la escala necesaria para competir a nivel internacional. Por ello, se plantea la posibilidad de adoptar una estrategia equilibrada que fomente la diversidad empresarial y apoye el crecimiento en sectores clave. Esto pasa por la simplificación del control de fusiones para tecnologías estratégicas y condiciones de acceso justas para las PYMEs a las plataformas.

Tecnologías críticas

Desde Adigital se apunta que en áreas como la IA, la información cuántica y los semiconductores, España aporta su base industrial y de investigación naciente. Piden, por tanto, intensificar las concentraciones industriales que combinen investigación, capital y empresa, así como escalar las plantas piloto en semiconductores y computación cuántica para convertir la innovación en valor económico.

Ciberseguridad

Para generar confianza en las infraestructuras y servicios digitales, se proponen regímenes de certificación coordinados, redes transfronterizas de respuesta a incidentes y centros de intercambio de inteligencia. Se sostiene que las evaluaciones de ciberriesgo deben ser una parte integral de todas las inversiones estratégicas para proteger los activos vitales de Europa.

“Scaleups”

Pese a que el continente cuenta con talento emprendedor, pocas de sus startups logran escalar. En este sentido, se deberían crear las condiciones necesarias para que más compañías crezcan dentro de las fronteras. Las claves para transformar pequeñas empresas en campeones globales incluyen incentivos para la armonización de las políticas fiscales, un sistema de capital riesgo transfronterizo, procesos de cotización simplificados y productos de inversión paneuropeos.

Digitalización en sectores estratégicos

Se han identificado como críticos para la integración sectores como los pagos, los seguros y la banca. Europa debe acelerar la identidad digital, la innovación impulsada por IA y datos, y los pagos instantáneos basados en estándares interoperables. Los programas combinados de inversión pública y privada deben ofrecer un entorno seguro y robusto para clientes y empresas.

Conectividad

La autonomía estratégica de Europa puede verse incrementada a través de una conectividad resiliente. España puede ser ejemplo, gracias a su encrucijada de cables submarinos y redes de alta capacidad. Se necesita invertir en corredores 5G y 6G, centros de datos y cables submarinos. La resiliencia de estas infraestructuras salvaguardará la economía de las vulnerabilidades.

Inversiones estratégicas

Europa dispone de instrumentos financieros poderosos, además del propuesto Fondo Europeo de Competitividad. Estas iniciativas deben operar de manera coordinada, con gobernanza conjunta y objetivos compartidos. El apoyo público debe actuar como “capital paciente” e incentivar la participación de inversores institucionales. Adigital afirma que el capital debe dirigirse a donde es más necesario: tecnologías críticas y sectores de alto crecimiento.

Simplificación

Las empresas sostienen que la fragmentación regulatoria es el mayor obstáculo de Europa para alcanzar la escala. El ecosistema privado español ha impulsado una propuesta de simplificación y racionalización regulatoria. Esto busca una aproximación equilibrada que garantice la protección de los valores europeos y la viabilidad operacional de los modelos de negocio innovadores.

La simplificación implica hacer el cumplimiento regulatorio más eficiente, eliminando contradicciones y redundancias que no aportan valor real. Se considera esencial incluir el “objetivo de innovación y económico” en el Artículo 1 de la legislación digital. Además, se propone eliminar certificaciones duplicadas, exigir interoperabilidad y establecer ventanillas únicas (single-stop shops) a nivel de la UE para facilitar la actividad transfronteriza.

Alianzas internacionales

España se posiciona como un puente entre Europa, América Latina y África para facilitar la colaboración económica digital. La UE necesita aumentar la cooperación con ecosistemas de I+D colaborativos, facilitar el acceso a la tecnología y el reconocimiento mutuo de estándares.

Laboratorio Europeo de Competitividad

En el decálogo, se propone la creación de un Laboratorio Europeo de Competitividad: una plataforma continua que reúna a la industria y las administraciones públicas, pilote iniciativas transfronterizas y pruebe nuevos instrumentos económicos.

El objetivo es aumentar la competitividad de la UE. Los Estados miembros y sus stakeholders deben apoyar esta propuesta para asegurar que las decisiones de financiación se alineen con los objetivos estratégicos y produzcan resultados medibles.

Con todo, los diez objetivos quieren servir de hoja de ruta para avanzar de forma rápida, equilibrando la integración, la seguridad, la inversión y la innovación, con el fin de consolidar la posición española como líder europeo.

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