Desde que la Comisión Europea anunció el pasado viernes una multa de 120 millones de euros a «X» por incumplimientos en la Ley de Servicios Digitales, la administración que dirige el norteamericano Donald Trump parece haberle declarado la guerra a los de Ursula von der Leyen. En los últimos días las declaraciones de los miembros del núcleo duro del presidente estadounidense han elevado la tensión entre ambas potencias. Algo que, sumado a las alusiones a Europa en la estrategia de seguridad nacional americana, hace que ambas potencias se dirijan a posiciones difícilmente reconciliables.
El Ejecutivo comunitario decidió sancionar a la compañía de Elon Musk por tres infracciones graves de la Ley de Servicios Digitales. Se trataba de la primera decisión sancionadora formal contra la plataforma desde la apertura del expediente en diciembre de 2023. Distintos funcionarios europeos explicaron que la investigación había determinado que X había estado vulnerando normas esenciales de transparencia y protección frente a prácticas engañosas. La vicepresidenta ejecutiva, responsable de Soberanía Tecnológica, Henna Virkkunen, ha defendido la medida afirmando que «engañar a los usuarios con marcas de verificación azules, ocultar información sobre anuncios y excluir a los investigadores no tienen cabida en línea en la UE».
Today, we have issued a fine to X for breaching its transparency obligations under the #DSA.
— Henna Virkkunen (@HennaVirkkunen) December 5, 2025
The breaches concern the deceptive design of its blue checkmark, the lack of transparency in its ads repository, and the failure to provide access to public data for researchers. pic.twitter.com/JKtysvxtAT
Virkkunen recalcó que las normas digitales de la Unión Europea son “iguales para todos”, con independencia del país de origen de cada plataforma. «Es muy importante que apliquemos nuestras reglas y, especialmente, cuando observamos nuestras normas digitales sabemos que son las mismas para todas las compañías que operan y hacen negocios en Europa», sentenció.
Unas palabras que no contentaron al secretario de Estado norteamericano, Marco Rubio, que declaró que la multa era un ataque a todas las plataformas tecnológicas estadounidenses y al pueblo americano por parte de gobiernos extranjeros. «Se acabaron los días de censurar a los estadounidenses en Internet», apuntó. Por su parte, X ha decidido eliminar el perfil oficial de la Comisión Europea en su plataforma.

El vicesecretario Christopher Landau ha elevado el tono de las críticas al declarar que América no puede fingir que es socio de Europa mientras «esas naciones permiten que la burocracia no electa, antidemocrática y no representativa de la UE en Bruselas aplique políticas de suicidio civilizatorio».
«La UE debería ser abolida y la soberanía debería ser devuelta a los países individuales, para que los gobiernos puedan representar mejor a sus pueblos», han sido las palabras de Musk a través de su propia red social. «Su cuenta publicitaria ha sido cancelada», explicó el jefe de producto de X, Nikita Bier, sobre la suspensión del perfil del Ejecutivo comunitario. Desde la plataforma acusan a Europa de haber estado intentando amplificar el anuncio de la multa. Se trataría de un vídeo que podría hacer que aumentase el alcance de la publicación. «Queremos que Europa siga siendo europea, que recupere su autoestima como civilización y que abandone su enfoque fallido a favor de la asfixia de las regulaciones», afirma el texto.

Estrategia de Seguridad Nacional
Sin embargo, las declaraciones del que un día fue Consejero superior de Trump no son algo aislado. Un documento que se dio a conocer esta misma semana y que detalla la estrategia de seguridad nacional de Estados Unidos advertía del fin de la «civilización europea». Washington sostiene que «algunos responsables europeos» muestran «expectativas poco realistas» sobre la guerra en Ucrania.
Para Estados Unidos, es esencial recomponer los canales estratégicos con Rusia y evitar un alejamiento prolongado entre Europa y Moscú, que considera el mejor ejemplo de la “falta de autoestima” y de la amenaza del “borrado” que, a su juicio, padece ahora la “civilización europea”.
Eso sí, la estrategia avalaba la acción de «los partidos patrióticos europeos» a la vez que afirma que «Estados Unidos anima a sus aliados políticos en Europa a promover este renacimiento del espíritu». Lo cierto es que en los últimos meses, la Casa Blanca ha fomentado las relaciones con la formación ultraderechista AfD en Alemania, clasificada por los servicios de inteligencia alemanes como de extrema derecha.
Nadie en el Berlaymont
¿La respuesta en Bruselas? El silencio. En un primer momento, el sábado, la jefa de la diplomacia europea, Kaja Kallas, recordó que Estados Unidos seguía siendo el principal aliado de la Unión Europea. Sin embargo, a preguntas de Euronews, ha afirmado que le corresponde a Europa «abordar nuestros asuntos internos. En asuntos globales, debemos cooperar». ¿Le sorprende el tono? «Así es como ve la administración actual las cosas. Tenemos nuestra propia estrategia y debemos seguirla», dice Kallas.
Ante esto, la presidenta de los Socialistas en el Parlamento Europeo, Iratxe García, ha respondido a Kallas cuestionándose si se perdió «que los “aliados en Europa” de Trump son las fuerzas de extrema derecha que intentan destruir nuestra Unión». «Su deber es defender los intereses de la UE y defender: la paz antes que la guerra, la dignidad humana antes que la xenofobia y los servicios públicos antes que los privilegios oligarcas», ha zanjado.
Por su parte, el jefe de la delegación española del grupo de los Patriotas en la Eurocámara, al que pertenece Vox, Jorge Buxadé, defiende que «el bipartidismo arrastra a Europa a entregarnos en manos de la China comunista». Critican en su partido que Von der Leyen «empieza a comportarse como la novia política de China: TikTok no está sancionada por exactamente lo mismo, pero sí castigan a X con una multa que ellos mismos reconocen que no saben cómo han calculado. Sin transparencia, sin criterios y sin freno».
Ante preguntas de Demócrata, Buxadé critica que la «ciénaga de corrupción en que se ha convertido Bruselas bajo la presidencia de la líder del PPE, Ursula von der Leyen, pretende tapar los escándalos de saqueo de dinero que le están salpicando esta semana atacando ahora a X. Con esta sanción lanzan un aviso a todos los europeos: están dispuestos a hacer lo que sea para mantener el control sobre nuestras vidas».











