Europa avanza en el fin del gas ruso: la prohibición podría empezar en 2026

El reglamento que se ha debatido ahora en el Consejo de Energía fija un calendario para eliminar de forma progresiva las importaciones de gas natural ruso, con fases que se extenderán hasta 2028. Los Estados miembros deberán presentar planes nacionales de diversificación que incluyan alternativas como el biogás, el hidrógeno limpio o la eficiencia energética

El Consejo de Energía de la Unión ha llegado a un acuerdo sobre la propuesta de reglamento que aborda la eliminación gradual de las importaciones de gas natural ruso. Con el texto se persigue terminar con las dependencias energéticas de la Unión de forma coordinada.

Detrás de la iniciativa está la voluntad europea de cortar todo tipo de relaciones con la Federación de Rusia, tras la invasión a gran escala de Ucrania. Desde sus inicios en 2022, el conflicto puso de manifiesto las consecuencias de la dependencia del gas ruso para la seguridad del continente.

En Bruselas se defiende que el Kremlin ha estado utilizando de forma sistémica esas dependencias para ejercer coerción, lo que ha podido impactar en la estabilidad económica. Por esa razón se explica la crisis energética, con precios de la electricidad disparados, sin precedentes en 2022. El texto acordado pretende acabar con las posibles vulnerabilidades derivadas de esta situación.

Prohibiciones y fases

El Reglamento que se negociará ahora con el Parlamento Europeo establece un marco para la prohibición gradual de las importaciones de gas natural. Del mismo modo, esto afectará a la prestación de servicios de terminales de GNL rusos, reconociendo que debe ser un proceso gradual que garantice la seguridad del suministro.

Esta prohibición de importar gas natural originario o exportado directa o indirectamente de Rusia entraría en vigor a partir del 1 de enero de 2026. Sin embargo, se establecerán excepciones temporales para los contratos existentes celebrados antes del 17 de junio de 2025 en los siguientes casos:

Las cantidades importadas durante estas fases de transición no podrán superar las cantidades originalmente contratadas.

Para evitar que las entidades rusas obstaculicen importaciones alternativas mediante el acaparamiento de capacidad, se pretende prohibir la prestación de servicios de terminales de GNL a largo plazo a entidades rusas o controladas por el Kremlin.

Mecanismos de seguimiento

El documento introduce normas para mejorar la trazabilidad de esta eliminación gradual. Por ejemplo, los importadores de gas deberán facilitar a las autoridades aduaneras toda la información necesaria para aplicar la prohibición. Esta información incluirá:

Se presumirá que aquel gas que entre en las fronteras de la Unión a través de puntos de interconexión específicos —como los puntos con Rusia o Serbia— se exporta desde el Kremlin. Para refutar esta presunción, los importadores deben aportar pruebas claras del origen no ruso del gas importado.

Así, las autoridades aduaneras deberán intercambiar información con la Comisión y otros Estados miembros para evitar la elusión y evaluar el cumplimiento. La Agencia de Cooperación de los Reguladores de la Energía (ACER) publicará informes sobre los contratos de gas ruso y el impacto de la diversificación.

Se reforzará el marco de supervisión de la seguridad del suministro de gas. Los importadores de gas ruso deberán facilitar a la Comisión y a las autoridades nacionales información contractual detallada y desagregada, incluyendo cláusulas sobre volúmenes, flexibilidades, programas de entrega y condiciones de suspensión.

Planes nacionales

Además, para garantizar una preparación efectiva, los Estados miembros deberán elaborar planes de diversificación del gas natural. Estos establecerán medidas, hitos y obstáculos previstos para suspender todas las importaciones a más tardar a finales de 2027. Los planes deben incluir:

Estos planes deberán ser entregados a la Comisión antes de marzo de 2026.

Asimismo, aquellos Estados que aún reciban importaciones de petróleo ruso deberán establecer planes para eliminarlo de forma escalonada a más tardar el 1 de enero de 2028. La Comisión podrá emitir recomendaciones si detecta un riesgo de que no se cumpla el plazo de eliminación gradual.

La posición del Parlamento

Hace apenas una semana, el Parlamento fue un paso más allá. Se aprobó la propuesta que establecía la prohibición de importar gas ruso a partir del 1 de enero de 2026. Una medida que permitiría que los operadores energéticos puedan alegar “fuerza mayor” para terminar los contratos vigentes con empresas rusas.

Las Comisiones de Industria, Investigación y Energía y de Comercio Internacional respaldaron el plan de la Comisión Europea, que afecta tanto al gas natural transmitido por gaseoductos como al gas natural licuado (GNL). La decisión fue tomada con 83 votos a favor, 9 en contra y una abstención, y abría la puerta a negociaciones con los estados miembros de la UE para detallar la regulación.

Respecto a las excepciones, se contempla permitir los contratos a corto plazo vigentes hasta el 17 de junio de 2026 y los contratos a largo plazo hasta el 1 de enero de 2027, siempre que estos se hayan firmado antes de junio de este año y no hayan sido modificados.

Próximos pasos

Ahora, el Consejo ha fijado su posición común preliminar . A partir de ahí, la propuesta pasa formalmente al  Parlamento Europeo , que ya puede debatir y votar su posición en primera lectura . El acuerdo del Consejo no cierra el texto, sino que establece el punto de partida para las negociaciones interinstitucionales conocidas como trílogos entre el Parlamento, el Consejo y la Comisión. Todo desembocará en la redacción del texto final.

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