La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, hará frente esta semana a la segunda moción de censura en su contra en lo que va de legislatura. Un debate que llega apenas tres meses después de la votación de otra moción presentada por los Conservadores.
Esta vez, han sido el grupo de Los Patriotas, en el que se integra Vox, y el grupo de La Izquierda, del que forma parte Podemos, los que exigen rendición de cuentas al Ejecutivo comunitario. Se trata de la primera vez en la historia que se debaten dos iniciativas de este carácter de manera seguida. Con todo, se augura la crónica de una derrota anunciada.
Ambos grupos registraron, respectivamente, sus propuestas de moción una vez concluido el Debate sobre el Estado de la Unión, en el que la alemana presentó sus prioridades para el próximo curso ante el Parlamento Europeo. Los Patriotas afean al máximo organismo comunitario su política comercial impulsada en los últimos meses, pasando por el acuerdo arancelario con Estados Unidos hasta el pacto con Mercosur. Mientras, la Izquierda se une al rechazo a estos pactos y extiende su descontento a la acción internacional desplegada por los comisarios.
Los de Abascal sostienen que el pacto con el presidente norteamericano, Donald Trump, se cerró «sin mandato del Consejo y en violación de los Tratados». Además, defienden que «amenaza sectores enteros de la economía europea con concesiones asimétricas y dependencias peligrosas». Igual de duras son las críticas al acuerdo alcanzado con Mercosur, que tildan de «triple traición». «Esta Comisión ya no defiende a Europa. Ha fracasado en todos los ámbitos», sentenció el dirigente de Los Patriotas, Joan Bardella.
Por su parte, La Izquierda también arremete contra la política arancelaria de la Comisión, pero eleva su tono al hablar de la situación en Gaza. «Se ha negado a imponer fuertes sanciones contra el genocidio en Gaza. Ha impuesto acuerdos comerciales destructivos como el de Mercosur sin un mandato democrático. Ha impuesto la austeridad y las penurias sociales a la mayoría, al servicio de unos pocos», declaró su copresidenta Manon Aubry.
¿Amenaza o peligro real?
Para que el Colegio de Comisarios se viese obligado a abandonar sus funciones, la moción necesitaría contar con el apoyo de dos tercios de la Eurocámara, además de representar a la mayoría absoluta de sus miembros. De primeras, no parece que se vaya a dar esta situación en Estrasburgo. El grupo de Los Patriotas por Europa está compuesto por 84 miembros y La Izquierda, por 46. Es de preveer que en las votaciones que se producirán el jueves los bloques no unan sus votos. Los copresidentes de La Izquierda, Manon Aubry y Martin Schirdewan, ya adelantaron que no secundarían la propuesta de los de Bardella, quien no rechazó unir sus votos en la otra moción.
Tanto el Partido Popular Europeo, como el Grupo de los Socialistas y Demócratas, como los liberales de Renew, han adelantado que mantendrán su apoyo al máximo organismo. Sin embargo, existen fisuras. El eurodiputado socialista irlandés Aodhán Ó Ríordáin firmó la moción en contra del criterio general de su grupo. Fuentes socialistas explican su voluntad de seguir apoyando a Von der Leyen y su equipo para evitar generar una mayor crisis institucional en el seno de la Unión. Eso sí, comparten la objección a algunas medidas, como los acuerdos en materia comercial.
En la votación de julio, se desestimó la moción con 175 votos a favor y 360 en contra, gracias al apoyo de los grupos de la «mayoría Von der Leyen». Aquella moción criticaba la falta de transparencia en las negociaciones de los contratos de vacunas de Pfizer durante la pandemia. La presidenta asistirá al debate, aunque no estará presente en la votación.
¿Cómo funcionan las mociones de censura en Bruselas?
En primer lugar, la décima parte de los diputados del Parlamento puede presentar una moción de censura contra el presidente de la Comisión. Sin embargo, cuando se haya votado una en los dos meses anteriores, cualquier nueva presentada por menos de una quinta parte de los diputados será inadmisible. Además, siempre deberá ser motivada.
La moción no podrá tener lugar hasta transcurridas veinticuatro horas desde que se registre la petición. La votación es nominal y se producirá cuarenta y ocho horas después de que comience el debate, este jueves en este caso.
Para que prospere, se necesita la mayoría de dos tercios de los votos emitidos, que representen a la vez la mayoría de miembros de la Eurocámara. De alcanzarse esta cifra, los miembros de la Comisión deberán dimitir colectivamente, incluido el Alto Representante de la Unión para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad. Eso sí, permanecerían en su cargo a la espera de que se produjese el relevo.
Mayoría Von der Leyen
La alemana fue reelegida hace un año con el voto favorable de 401 eurodiputados, 284 en contra y 15 abstenciones.
El apoyo de los Verdes, sumado a los Populares, Liberales y Socialistas, fue lo que le permitió revalidar el cargo. Lo cierto es que, durante la exposición de su programa, hubo distintos anuncios que eran reivindicaciones de las distintas formaciones. La presidenta reconoce que los ha introducido en su plan después de haberse reunido con los representantes de cada grupo parlamentario.
La guía de trabajo que presentó Von der Leyen entonces, titulada “La elección de Europa”, se fundamentaba en distintos ejes: competitividad, defensa, modelo social, calidad de vida, valores europeos, política exterior y ampliación.
10 intentos, 1 dimisión
Las mociones representan la undécima y duodécima que se han debatido en la historia del Parlamento Europeo. Hasta en diez ocasiones anteriores se ha intentado forzar la dimisión del Colegio de Comisarios, y solo una vez se produjo la renuncia de los comisarios.
En 2014, se planteó una contra el presidente Jean-Claude Juncker por el caso “Luxembourg Leaks”, un supuesto régimen fiscal especial de Luxemburgo, su país de origen. La moción solo obtuvo el respaldo del 15 %. En otras ocasiones, las mociones versaban sobre asuntos presupuestarios o la gestión estadística de la Comisión Europea.
La única vez que el Colegio de Comisarios dimitió al completo fue en 1999. La administración de Jacques Santer dejó sus cargos antes de someterse a la votación por supuestos fraudes y problemas de transparencia. Ese mismo Ejecutivo había superado hasta tres mociones de censura previamente.