La Comisión Europea ha presentado ante la Eurocámara su propuesta para el próximo Marco Financiero Plurianual (MFP), lo que vendrá a ser el presupuesto de la Unión entre 2028 y 2034. Este nuevo marco, de acuerdo con el plan ideado por el Colegio de Comisarios, ascenderá hasta los dos billones de euros. Las partidas se dividen en cuatro ejes fundamentales: Planes Nacionales y Regionales, Fondo de la Competitividad, Europa Global y otros gastos. Así, se abre un proceso de debates y negociaciones en el seno de las instituciones comunitarias hasta su aprobación definitiva en 2027.
La presidenta del máximo organismo comunitario, Ursula von der Leyen, ha celebrado el plan al afirmar que se trata de «dos billones para una nueva época». Sostiene que «cumple con las ambiciones y refuerza la independencia europea» porque considera que es un «presupuesto que piensa en el futuro».
A la hora de desgranar las partidas, el presupuesto prevé 865.000 millones de euros para políticas sociales -entre las que se incluirán las competencias de Agricultura y Pesca – 410.000 millones de euros para competitividad, y 200.000 millones para acción exterior. En este sentido, se reservarán 100.000 millones para Ucrania.
Planes Nacionales y Regionales
El grueso del presupuesto se centrará en lo que desde la Comisión han denominado «invertir en las personas, los Estados miembros y las regiones» . Esto se materializará en 865.000 millones. En dicho apartado entran las políticas destinadas a la cohesión y la agricultura.
En lo que respecta a los agricultores y pescadores, se invertirán hasta 300.000 millones en el sector agrícola y 2.000 millones en el sector pesquero. Incluye una reserva agrícola duplicada que, según la presidenta, servirá para «proteger el sustento en este ámbito». En materia de cohesión se movilizarán 218.000 millones hacia las regiones europeas menos desarrolladas.
Estos planes nacionales y regionales en los que se fundamenta este apartado también proporcionarán recursos financieros para políticas sociales. Se ha establecido el objetivo de alcanzar la inversión de un 14 % del presupuesto en gasto social. «Estamos triplicando la inversión en migración y gestión de fronteras, porque las fronteras de Europa son una responsabilidad compartida. Triplicamos el Fondo de Solidaridad para poder actuar con rapidez y decisión cuando ocurran catástrofes», ha afirmado Von der Leyen.
Entre las novedades, la creación del programa Catalyst Europe, que abrirá la puerta a que los Estados miembros inviertan en los objetivos de la UE mediante préstamos de hasta 150.000 millones. Estos préstamos estarán respaldados por el presupuesto y se dirigirán a «prioridades comunes». De acuerdo con lo anunciado, se podrán emplear en asuntos como la industria de la defensa, infraestructuras energéticas o tecnologías estratégicas.
El modelo que se plantea, a través de un sistema basado en principios como las disparidades regionales o el riesgo de pobreza, busca lograr una asignación «más estratégica que refleje las prioridades europeas sobre el terreno». De esta forma, la líder comunitaria apunta a que «en lugar de tener 10 fondos diferentes con reglas, calendarios y criterios distintos que a menudo se superponen, ahora tenemos los Planes Nacionales y Regionales de Asociación».
Competitividad
Para impulsar la competitividad del continente, se ha propuesto dotar el Fondo Europeo de este ámbito con 410.000 millones de euros. Se incluirá la duplicación de Horizonte Europa, un programa dedicado para la ciencia y la innovación.
«Multiplicamos por cinco nuestra inversión en digitalización para construir un ecosistema digital seguro e innovador», afirman desde la Comisión. Se quieren lograr grandes avances en tecnología limpia, bioeconomía y descarbonización, con un aumento de seis veces en la financiación de estos temas por parte del presupuesto de la UE. Esto se suma al objetivo del 35 % de gasto climático dentro del MFP, al servicio de los seis objetivos medioambientales de la UE, lo que asciende a unos 700.000 millones de euros.
Defensa
En materia de seguridad, se ha estimado la cifra de gasto en 131.000 millones de euros, cinco veces más del presupuesto actual. Se duplicará la financiación para el transporte y se multiplicará por 10 la movilidad militar para que las fuerzas armadas puedan «moverse más rápido, mejor y juntas». Además, se incrementará cinco veces más la inversión en las infraestructuras energéticas.
Europa en el mundo
Von der Leyen ha presentado una cuarta partida, fundamentada en 200.000 millones, para el instrumento Europa Global, lo que supone un incremento del 75 %. Esto es para el programa Global Gateway. Lo que significa ayuda humanitaria, asociaciones estratégicas y apoyo a la ampliación de la Unión.
Sobre la ampliación se ha confirmado que las partidas no irán destinadas únicamente a la asistencia técnica de los países candidatos, sino también apoyo para reformas e inversiones. Se reservarán 100.000 millones a la recuperación de Ucrania y su adhesión al proyecto comunitario. Y para la adhesión – como en todas las anteriores – hay una cláusula de revisión en el MFP.
Resiliencia y agilidad
Una de las claves del presupuesto para los próximos años es la introducción de mayor flexibilidad para hacer frente a posibles crisis no previstas. Se pretende crear un mecanismo dotado con una capacidad de respuesta de hasta casi 400.000 millones que únicamente sea empleado cuando resulte estrictamente necesario, y siempre con el aval del Parlamento Europeo.
Nuevos mecanismos de financiación
Según ha confesado el propio comisario europeo de Presupuesto, Piotr Serafin, una de las negociaciones más espinosas en el seno del Colegio de Comisarios ha sido sobre las formas de recaudar fondos por parte de la Unión Europea. Se ha adelantado que se van a incluir nuevas fuentes de recursos propios mediante impuestos a residuos eléctricos, productos de tabaco y a empresas de la Unión con un volumen de negocios superior a 100 millones de euros. Esto irá destinado también a hacer frente a la deuda común generada después del COVID.
«No es suficiente»
La tensión ya se ha hecho evidente en la Eurocámara durante la jornada. Los presidentes de los grupos popular, socialdemócrata, liberal y verde han firmado un comunicado conjunto en el que se muestran críticos con la creación de los llamados «Planes de Asociación Nacional y Regional» tal como han sido diseñados y presentados hoy, ya que en su forma actual «podrían obstaculizar la dimensión europea». Apuntalan que el Parlamento Europeo no aceptará ninguna reducción de la supervisión parlamentaria ni del control democrático legítimo sobre el gasto de la UE.
En el comunicado, los principales grupos que conforman la mayoría que sostiene a la Comisión Europea han recordado que el Parlamento Europeo ya ha definido su posición sobre el próximo MFP en un informe aprobado por amplia mayoría el 7 de mayo de 2025, que se complementará aún más con su posición formal de negociación.
«Instamos también al Consejo a que adopte su posición a su debido tiempo para evitar retrasos en las negociaciones significativas y lograr un acuerdo rápido y positivo sobre el próximo MFP», sentencian.
Durante el debate sobre la propuesta del Colegio de Comisarios en la Comisión de Presupuestos de la Eurocámara, los eurodiputados han avisado que el límite de gasto del 1,26 % de la riqueza europea obligará a recortes a los programas emblemáticos mientras se avecinan los reembolsos de la deuda.
«Este proyecto de presupuesto no deja fondos suficientes para prioridades críticas como la competitividad, la cohesión, la agricultura, la defensa, la adaptación al clima y la inversión necesaria para una economía sostenible que funcione para todos», han llegado a argumentar los coponentes del Parlamento sobre el presupuesto, Siegfried Mureșan (PPE) y Carla Tavares (S&D).