En un momento en el que crecen las divisiones en el seno de la Unión acerca de la postura sobre la situación en Palestina, España ha tomado la delantera. El Consejo de Ministros de hoy tiene previsto dar luz verde a un paquete de medidas que busca sancionar a Israel y al Gobierno del primer ministro Benjamín Netanyahu. Entre lo anunciado, un Real Decreto-ley que consolide jurídicamente el embargo de armas a Israel.
Sin embargo, esa contundencia no se da en Bruselas. La semana pasada, la vicepresidenta ejecutiva y comisaria de Competitividad, Teresa Ribera, calificó por primera vez la situación de “genocidio” por parte de Israel. «El genocidio pone de manifiesto la incapacidad de Europa para actuar y hablar con una sola voz, incluso cuando las protestas se extienden por las ciudades europeas”, sentenció Ribera.
La Comisión Europea había intentado evitar esta posición hasta ahora, y lo ha seguido haciendo tras las declaraciones de la española en una universidad parisina. De hecho, el mismo viernes, los portavoces del máximo organismo comunitario se distanciaron de las palabras de Ribera. «No hay ninguna posición de la Comisión al respecto», declaró la portavoz Paula Pinho. Por su parte, el portavoz para Asuntos Exteriores, Anouar El Anouni, afirmó que «establecer si se han cometido crímenes internacionales, incluido el genocidio, es competencia de los tribunales nacionales”.
Múltiples voces
Dentro del Consejo Europeo, la posición está marcada por las divisiones internas. Junto con España, Bélgica y Francia son los países que han apostado por posturas más críticas. Mientras, un grupo de países liderado por Alemania opta por insistir en el derecho de Israel a defenderse, eso sí, con límites.
Entre los que ya han otorgado oficialmente el reconocimiento como Estado a Palestina se encuentran Suecia, Irlanda o Eslovenia. Malta y Francia ya han anunciado su voluntad de dar este paso este mismo septiembre. Luxemburgo, Finlandia y Portugal también han manifestado su voluntad.
Francia fue el primer miembro del G7 en dar el paso del reconocimiento oficial de Palestina como Estado. El presidente galo, Emmanuel Macron, ha venido subrayando la urgencia de proteger la población civil, poner fin a la guerra y avanzar hacia una paz duradera. Esto le llevó a distanciarse de la ambigüedad previa que había caracterizado la postura francesa.
La liberación del último rehén israelí y la eliminación del grupo Hamás de la administración palestina son las condiciones que ha puesto sobre la mesa Bélgica para reconocer al Estado Palestino en la Asamblea General de la ONU este septiembre.
En Bruselas, la Comisión Europea propuso suspender parcialmente fondos y programas científicos con Israel, pero estas sanciones aún no cuentan con el apoyo necesario de los Veintisiete para prosperar.
Alemania, que suspendió las exportaciones de armas, insiste en que el reconocimiento debe ser uno de los últimos pasos en un proceso negociado y multilateral. Eso sí, el Gobierno ha mostrado su disposición para aumentar la presión diplomática si no se logran avances.
| Bloque político / Grupo Ideológico | Reconocimiento oficial Palestina | Comentarios generales |
| Centro-derecha / Conservador (PPE, etc) | Bulgaria, Chipre, Hungría, Polonia, Rumania reconocieron históricamente. Bélgica*, Luxemburgo* y Malta* reconocimiento en proceso o próximo. Alemania, Austria, Francia, Países Bajos, Italia y otros no reconocen oficialmente todavía. | Posiciones divididas. Países de Europa del Este tienen reconocimientos tempranos, Europa Occidental muestra divisiones y próximos reconocimientos. |
| Izquierda / Socialdemócrata (S&D, etc) | Irlanda, España, Eslovenia reconocen oficialmente. Malta* y Luxemburgo* reconocimiento próximo. Dinamarca y Suecia con postura variable (Suecia ya reconoció en 2014). | Más pro reconocimiento, apoyan reconocimiento y sanciones más duras. |
| Liberal / Centrista (Renew, ALDE, etc) | Bélgica*, Malta* y Francia* representan a este grupo con reconocimientos o anuncio próximos. | Grupo con tendencia al reconocimiento condicionado. |
(*) Países con reconocimiento oficial anunciado pero no aún vigente en 2025.
Fue la alta representante para la Política Exterior de la UE, Kaja Kallas, la que lamentó la falta de una “voz unificada” a la hora de tomar decisiones al respecto. “Si no tenemos una voz unificada, no tenemos voz en la escena mundial. Así que eso es sin duda muy problemático”, sentenció Kallas.
Las exigencias de los socios
En los últimos meses, se ha acrecentado la presión sobre la administración que dirige la alemana Ursula Von der Leyen. Los grupos que apoyaron hace un año la investidura de la presidenta piden actuar en Gaza con la contundencia con la que se hizo en Ucrania desde el primer momento. De lo contrario, ponen en duda su apoyo para los próximos meses. “No podemos permitir que retrocedamos hacia un mundo en el que los fuertes dominan a los débiles. La UE debe tomar la iniciativa urgente de poner constantemente el derecho internacional como principio central”, recriminó la líder de los Socialistas Europeos, Iratxe García, a Von der Leyen.
Esta misma semana, Estrasburgo acogerá el Debate sobre el Estado de la Unión (SOTEU). Es previsible que los grupos políticos a la izquierda de la alemana afeen a la Comisión su falta de medidas sobre Israel. El lunes, al inicio del Pleno, la presidenta del Parlamento, Roberta Metsola, reclamó un alto al fuego y el reconocimiento de los dos estados como solución al conflicto.
En conversación con Demócrata, el eurodiputado del Grupo de los Verdes, Vicent Marzà, confirmó la crítica de su familia política a la postura adoptada por la Comisión en el debate del próximo miércoles. “La Comisión debe ser mucho más contundente en la respuesta a Gaza. Ya no tienen excusa para no proponer una suspensión del Acuerdo de Asociación con Israel”, sostuvo.
Marzà defiende que si no se logra la unanimidad en el Consejo, “se podría empezar por los aspectos comerciales que sólo requieren de mayoría cualificada”. Por ello, propone que se activen medidas “contra los Estados miembros que no están cumpliendo sus obligaciones de derecho internacional, bien comerciando armas con Israel, bien no cooperando con la CPI o simplemente no haciendo todo lo posible para detener el genocidio”.
El grupo de La Izquierda trabaja ya en una nueva moción de censura contra Von der Leyen, como confirmó su portavoz, Thomas Shannon. La delegación italiana de los Verdes sí que se sumará a la moción.
La Comisión reafirma su postura
Desde la Comisión, se reafirman en su postura y defienden que “la UE es el mayor proveedor de asistencia a la Autoridad Palestina”. En julio, la comisaria para el Mediterráneo, Dubravka Šuica, declaró que la Unión quería ver a “Israel y Palestina viviendo uno al lado del otro, en paz y seguridad dentro de fronteras reconocidas”.
En aquella declaración, anunció la propuesta de creación de un grupo de donantes de Palestina, que sirva como foro para apoyar la agenda de reformas de la Autoridad Palestina. “Estos acuerdos deberán tener en cuenta la soberanía, así como las legítimas preocupaciones de seguridad de Israel, que no pueden ni deben ignorarse”, explicó.
Tras el primer diálogo político de alto nivel entre la Unión Europea y la Autoridad Palestina, la Comisión propuso un programa de apoyo integral plurianual por un valor de hasta 1.600 millones de euros para impulsar la recuperación y la resiliencia palestinas. Estaría basado en tres ejes: apoyo a los servicios para el pueblo palestino, apoyo a la recuperación y estabilización de Cisjordania y Gaza; y apoyo al sector privado.
Por su parte, el Servicio Europeo de Acción Exterior concluyó que Israel incumple determinadas cláusulas de derechos humanos en el acuerdo de asociación con la UE. Es la relación económica y diplomática lo que torpedea las sanciones al gobierno de Netanyahu. Al otro lado, hay respaldo formal a la solución de dos Estados.
En una primera versión de este artículo se mencionaba: «Junto con España, Bélgica y Francia son los países que han apostado por posturas más críticas y ya se han sumado a tildar el conflicto como “genocidio”». Sin embargo, el Gobierno español es el único, a través de su presidente y varios ministros, que tilda de “genocidio” la situación en Gaza. Francia y Bélgica han expresado su preocupación por crímenes internacionales, pero no han adaptado la palabra en comunicados formales.
El primer secretario del Partido Socialista Francés, Olivier Faure, ha declarado públicamente que la situación en Gaza constituye un “genocidio”. Sin embargo, Faure no es miembro del gobierno, sino líder de la oposición parlamentaria, y su posición no representa la postura del ejecutivo francés.
