Los jefes de Estado y de Gobierno de los Veintisiete se han dado cita en la capital danesa estos dos próximos días para debatir en un Consejo informal el estado del sector de la defensa europea, así como la situación en Ucrania. La reunión llega en un momento clave, pues se produce después de que varios drones franquearan el espacio aéreo de la OTAN en distintas ciudades, entre las que se encuentran Polonia, Rumanía o Dinamarca. En esta cita, el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, ha abogado por reforzar las capacidades europeas en defensa y seguridad.
Sánchez ha aprovechado para expresar su solidaridad con los países afectados por las recientes incursiones rusas y ha recordado su «compromiso con ellos, en forma de presencia de militares y equipamiento español» en hasta cuatro países del Este. Del mismo modo, ha recordado la participación en la operación Eastern Sentry de la OTAN.
Fuentes del Gobierno sostienen que el presidente ha hecho hincapié en la necesidad de una «visión 360º» para reforzar la frontera este europea, sin descuidar el norte o el sur, así como preparar el continente para hacer frente «a todo tipo de amenazas».
El encuentro de los líderes europeos se ha dividido en dos carpetas fundamentales que no dejan de estar interconectadas: por un lado, la estrategia de defensa de la Unión, y por el otro, la situación en la guerra entre Rusia y Ucrania. Se espera que las conversaciones sobre las negociaciones en el país del este de Europa se inicien una vez termine la cena ofrecida por los reyes de Dinamarca, pasadas las nueve de la noche.
Activos rusos congelados
Por su parte, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ha indicado que hay un «consenso creciente» en la necesidad de que Rusia asuma los costes de la defensa y reconstrucción de Ucrania. Durante una cumbre informal de líderes de la Unión Europea en Copenhague, defendió firmemente su propuesta de emplear activos soberanos rusos congelados para un préstamo de reparaciones a Kiev, pese a las dudas legales y a la oposición explícita de Bélgica.
«Existe un consenso creciente respecto a que no son sólo los contribuyentes europeos los que deben pagar el apoyo a Ucrania, sino que Rusia también debe rendir cuentas. Rusia es la responsable, ha causado el daño y debe rendir cuentas», declaró Von der Leyen a los medios. La propuesta busca ofrecer una «vía legal sólida» para usar los activos del Banco Central ruso, asegurando que la UE «no confiscará los activos». «Ucrania deberá devolver este préstamo si Rusia paga las reparaciones, ya que el responsable debe rendir cuentas», aclaró.
La líder comunitaria recalcó que el apoyo de la Unión a Ucrania es firme, subrayando la importancia de mantener la unidad y la urgencia ante los desafíos que presenta el régimen de Vladimir Putin. El canciller alemán, Friedrich Merz, ha apoyado también la idea de un préstamo sin intereses para Ucrania, mientras que Kaja Kallas, Alta Representante de Política Exterior de la UE, intenta avanzar con la iniciativa lo más rápido posible, a pesar de no contar con un apoyo unánime.
Algunos países como Bélgica expresan reservas debido a las complicaciones legales del proyecto. El primer ministro belga, Bart de Wever, ha expresado su escepticismo sobre la viabilidad de la propuesta. Mientras tanto, Suecia y Finlandia han manifestado su respaldo a través de un documento de posición para reforzar la defensa de Ucrania y financiar su reconstrucción, insistiendo en que la supervivencia de Ucrania y la seguridad de Europa dependen de este apoyo financiero y de defensa.
Emmanuel Macron, presidente de Francia, ha señalado que cualquier acuerdo de la UE debe ser operativo y respetar el derecho internacional, haciendo eco de las preocupaciones de Bélgica sobre la congelación de activos.