El consejero de Hacienda y Finanzas, Noël d’Anjou, ha lamentado que los grupos de la oposición no hayan mostrado en ningún momento una “predisposición real” para cerrar un acuerdo sobre los presupuestos de Euskadi para 2026. No obstante, ha recalcado que el Gobierno Vasco está dispuesto a incorporar al proyecto aquellas aportaciones “asumibles” y “enriquecedoras” que las formaciones hayan presentado mediante sus enmiendas parciales.
D’Anjou ha defendido este martes en el Pleno del Parlamento Vasco el proyecto de cuentas elaborado por el Gobierno Vasco (PNV-PSE), durante el debate de las enmiendas de totalidad registradas por EH Bildu, PP, Sumar y Vox. A su entender, todas estas iniciativas “demuestran que desde el inicio apenas había predisposición real para el acuerdo presupuestario” por parte de la oposición.
El consejero ha insistido en que “no se trata de buscar culpables, sino de seguir trabajando con dedicación en lo verdaderamente importante: crecer como país, reforzar nuestro bienestar y garantizar que Euskadi avanza con paso firme”. Ha remarcado además que “la política no puede reducirse a maniobras de corto plazo; debe estar al servicio de la ciudadanía y de sus necesidades reales”.
En esta línea, ha explicado que su departamento “está analizando” todas las enmiendas parciales presentadas por los grupos, y que “en la medida en que enriquezcan el proyecto y sean asumibles”, existe “voluntad” de cerrar acuerdos en torno a esas propuestas concretas.
Un presupuesto tildado de socialista y neoliberal
D’Anjou ha mostrado su sorpresa por el hecho de que ningún grupo de la oposición vaya a apoyar el proyecto. Ha recordado que “se han esgrimido diferentes argumentos como falta de voluntad o ambición o incluso han tachado este proyecto de presupuesto socialista, como es el caso del PP, mientras que EH Bildu los ha calificado de neoliberales”.
El consejero ha expresado su “extrañeza” ante que un mismo texto presupuestario pueda ser definido “al mismo tiempo” como socialista y neoliberal. A su juicio, esta aparente contradicción evidencia que el Ejecutivo vasco va “por buen camino”, el de la “centralidad”, y “sin desviarse del objetivo de dar respuesta a las necesidades de la sociedad”.
Frente a la postura de los grupos críticos, ha defendido que el Gobierno ha puesto sobre la mesa “un proyecto serio, responsable y comprometido con los problemas reales de Euskadi”. Según ha dicho, “nosotros defendemos un ejercicio de priorización presupuestaria que marca un rumbo claro hacia el futuro de nuestro país”, por lo que no considera que las cuentas “merezcan el rechazo frontal” del conjunto de la oposición.
D’Anjou ha añadido que “decir es fácil”, y que “lo difícil, lo verdaderamente coherente en política, es proponer alternativas serias y viables”.
Críticas diferenciadas a Vox, Sumar, PP y EH Bildu
En relación con Vox, ha señalado que se sitúa en “las antípodas políticas” de los planteamientos del Ejecutivo, por lo que “no hay recorrido conjunto posible en ninguna materia”. Sobre Sumar, ha recordado que esta formación reclamó cambios presupuestarios por un importe total de 890 millones de euros, “sin explicar de dónde sacar la financiación ni qué partidas recortar para mantener el equilibrio financiero”, algo que, en su opinión, “no es un planteamiento serio ni coherente”.
Respecto al PP, ha indicado que el grupo popular ha registrado 1.122 enmiendas parciales, pese a que en las reuniones previas con el Gobierno “no presentó ni una sola propuesta concreta”. Además, le ha reprochado que denuncie “una supuesta inejecución presupuestaria”, cuando, según ha subrayado, los datos de ejecución “superan el 90%”.
En cuanto a EH Bildu, ha explicado que su planteamiento inicial para la negociación “se centraba únicamente en vivienda”, con una fórmula que, según ha dicho, “no es factible de ninguna manera, ni desde el punto de vista de la normativa de estabilidad presupuestaria, ni resulta eficiente en la utilización de los recursos públicos”.
Ha añadido que, en las 13 enmiendas parciales registradas con posterioridad, EH Bildu no incluye “ninguna” sobre vivienda, ya que se enfoca en política lingüística, segregación escolar, modernización administrativa o transición energética. “Es decir, a dialogar vinieron con una materia en la que no esperaban un acuerdo, y sin dialogar pretenden acordar otras materias que no han traído a la mesa de negociación; es una forma, cuanto menos sorprendente de negociar”, ha señalado.
Para D’Anjou, todas estas posiciones “demuestran que desde el inicio apenas había predisposición real para el acuerdo presupuestario” por parte de los grupos opositores.
Mayoría absoluta y presupuesto garantizado
El consejero ha reiterado que “no se trata de buscar culpables, sino de seguir trabajando con dedicación en lo verdaderamente importante: crecer como país, reforzar nuestro bienestar y garantizar que Euskadi avanza con paso firme”. Ha insistido también en que “la política no puede reducirse a maniobras de corto plazo; debe estar al servicio de la ciudadanía y de sus necesidades reales”.
Ha recalcado de nuevo que su departamento “está analizando” todas las enmiendas parciales y que, “en la medida en que enriquezcan el proyecto y sean asumibles”, mantiene la “voluntad” de cerrar acuerdos en torno a esas aportaciones.
En cualquier caso, y aludiendo a que la mayoría absoluta que suman PNV y PSE-EE asegura la aprobación de las cuentas con independencia del voto de la oposición, ha subrayado que el próximo 23 de diciembre, día del debate definitivo del proyecto, Euskadi “contará con un presupuesto aprobado, a diferencia de lo que sucede en nuestro entorno, como es el caso del estado Español o el estado francés”.











