En el contexto político vasco, el PNV y el PSE-EE, ambos en coalición en el Gobierno Vasco, han presentado enmiendas individuales en el Parlamento Vasco, evidenciando sus discrepancias respecto al centro de refugiados que el Gobierno central planea instaurar en Vitoria-Gasteiz. El PNV solicita la ‘paralización’ del proyecto, mientras que el PSE apoya la iniciativa y aboga por la ‘colaboración’ institucional.
Originadas por una proposición no de ley del PP, que también pide detener el proyecto por considerarlo poco adecuado para la integración, las enmiendas reflejan posturas contrapuestas. El PSE-EE, en su texto, rechaza cualquier forma de discurso racista y xenófobo, y muestra su conformidad con los esfuerzos para atender el aumento de refugiados debido a conflictos bélicos. Además, urge a las instituciones a preparar los servicios necesarios para los beneficiarios del centro y a fomentar la comprensión pública sobre el mismo.
Por otro lado, la enmienda del PNV critica el proyecto por no ajustarse al modelo vasco de acogida, preferente de estructuras más pequeñas y personalizadas. En una línea similar, EH Bildu y Sumar han presentado una enmienda conjunta que cuestiona la adecuación del proyecto y solicita una política de acogida más efectiva, coordinada entre todas las instituciones y organismos relevantes.
Estas formaciones también han expresado su preocupación por el uso político de la xenofobia y abogan por un modelo de acogida que respete los derechos humanos universales. Vox, en contraste, propone ‘paralizar la construcción del centro de refugiados de Arana’ y rechazar cualquier iniciativa similar, independientemente de su tamaño.