La propuesta de Sumar que solicitaba que los eventos oficiales fueran “exclusivamente civiles y sin connotaciones religiosas” ha sido rechazada por el Pleno del Parlamento Vasco. La iniciativa también proponía que “ninguna autoridad pública o funcionario participe, en calidad de tal, en actos de naturaleza religiosa”.
En la votación, partidos como PNV, PSE y PP se posicionaron en contra, mientras que EH Bildu se abstuvo y Sumar fue el único en apoyar la medida. La cámara también rechazó una enmienda a la totalidad del PP, que no recibió apoyo más allá del grupo impulsor de la proposición.
Jon Hernández de Sumar argumentó que la ley actual no permite la participación de representantes de poderes públicos en actos religiosos, destacando que esto es algo que no se respeta por parte de altos cargos en instituciones vascas. «La separación entre los poderes públicos y las religiones tiene que ser inequívoca, para que no quepa ninguna confusión entre fines religiosos y civiles. La laicidad es una seña de identidad que es consustancial a la soberanía del poder civil», sostuvo Hernández.
Lore Martínez, de EH Bildu, defendió la neutralidad de las instituciones públicas frente a la religión y la libertad de la ciudadanía para vivir sus creencias en el ámbito privado. «La laicidad no es una actitud contra la religión, sino un compromiso con la neutralidad de las instituciones públicas», afirmó.
Por otro lado, Jon Andoni Atutxa del PNV abogó por el «diálogo y reconocimiento mutuo», y Miren Gallastegui del PSE describió el debate como frívolo, defendiendo un enfoque de igualdad sin dogmatismos. Santiago López del PP criticó la propuesta de Sumar, acusándola de intentar eliminar la tradición católica y describiéndola como una farsa.
