El Parlamento Vasco pide que se estudie la viabilidad de fijar un plazo de vigencia para las viviendas turísticas

El Parlamento Vasco ha aprobado una enmienda del PNV y el PSE-EE que insta al Gobierno autonómico a analizar la viabilidad de establecer un plazo de vigencia de los registros de las Viviendas de Uso Turístico (VUT) y las Habitaciones de Viviendas de Uso Turístico (HVUTS), y en virtud del mismo, de su eventual renovación.

La enmienda de ambos grupos ha sido aprobada por el Pleno del Parlamento Vasco, que este jueves ha debatido sobre este asunto a instancias de EH Bildu.

La moción de EH Bildu ha sido rechazada por 26 votos a favor (EH Bildu y Sumar) y 47 votos en contra (PNV, PSE, PP y Vox). El texto instaba al Gobierno a crear una normativa para la declaración de zonas turísticamente saturadas, definiendo, entre otros aspectos, la capacidad de carga turística para la habitabilidad de pueblos y barrios.

Además, pedía que las licencias de viviendas turísticas tengan una fecha de caducidad para que «se puedan tomar decisiones acordes con la realidad local, permitiendo el decrecimiento posible para este tipo de licencias».

La moción solicitaba, a su vez, establecer, como requisito «indispensable» para la obtención de licencias de viviendas turísticas, la disposición de un informe favorable de los ayuntamientos con carácter previo al inicio de la actividad.

«COTO» A LAS VIVIENDAS TURÍSTICAS

Por su parte, la enmienda de Sumar –que también ha sido rechazada– instaba al Gobierno Vasco a desarrollar la normativa necesaria para «poner coto» a las viviendas de uso turístico en zonas con especial presión sobre el acceso a la vivienda, con el objetivo de frenar su impacto en la disponibilidad de vivienda habitual.

La coalición también pedía el establecimiento de un límite máximo de viviendas de uso turístico en zonas con especial presión sobre el acceso a la vivienda, «determinando un porcentaje máximo sobre el total de viviendas residenciales en cada barrio o municipio», con el fin de proteger el derecho a la vivienda, el arraigo vecinal y el uso social de la ciudad.

Asimismo, planteaba aprobar las modificaciones normativas necesarias para que las licencias de viviendas de uso turístico «puedan tener un plazo de caducidad y estén sujetas a renovación periódica, en función de criterios de interés general, sostenibilidad urbana y convivencia vecinal».

EVITAR LA «SATURACIÓN»

Por su parte, el texto del PNV y el PSE-EE insta al Gobierno Vasco a estudiar la posibilidad de incorporar en el articulado de la futura Ley de Turismo, actualmente en proceso de redacción, medidas necesarias «para prevenir situaciones de saturación en los diversos recursos y destinos existentes en Euskadi». Este punto ha salido adelante con el apoyo de los grupos proponentes y el voto en contra del resto de formaciones.

Además, a través de esta enmienda se pide que en el marco de la modificación de la Ley de Turismo proyectada y su normativa de desarrollo, se analice «la viabilidad de establecer un plazo de vigencia de los registros de las Viviendas de Uso Turístico VUT y Habitaciones de Viviendas de Uso Turístico (HVUTS), y en virtud del mismo, su eventual renovación». En este caso, este apartado de la enmienda de PNV y PSE ha sido respaldado también por EH Bildu y Sumar, mientras que PP y Vox han votado en contra.

La parlamentaria de EH Bildu Itziar Murua ha afirmado que aunque el turismo tiene una «gran importancia» para la economía de Euskadi, es necesario «controlar sus impactos negativos», entre los que ha situado a los pisos turísticos, dado que estas presionan los precios al alza y dificultan el acceso a la vivienda.

Desde el PNV, Elena Lete ha explicado que el objetivo del Gobierno Vasco es conseguir un turismo «responsable y sostenible», para lo que es necesario adoptar medidas «para que las consecuencias negativas del turismo sean lo más reducidas posible», todo ello, garantizando un «equilibrio» para «atraer», al mismo tiempo, «las buenas consecuencias o beneficios» de la actividad turística.

PISOS «CLANDESTINOS»

Por parte del PSE-EE, Aroa Jilete ha afirmado que el problema no está en las viviendas turísticas como tales, sino en las que son «clandestinas y, por lo tanto, ilegales». En todo caso, ha subrayado que el Gobierno Vasco ya está adoptando medidas para avanzar la regulación y el control de estos pisos, incluido el refuerzo de la plantilla de inspectores.

El parlamentario de Sumar, Jon Hernández, ha subrayado la necesidad de adoptar medidas para «transitar hacia un modelo que pongan el centro a los vecinos de la ciudad y no a la industria turística, porque eso está pasando en algunas de nuestras ciudades y afecta sin duda a las vecinas y los vecinos en muchos ámbitos».

Por parte de los grupos proponentes, la parlamentaria del PP Ainhoa Domaica ha afirmado que atribuir a las viviendas turísticas el «problema mayúsculo» existente en el mercado de alquiler es un intento de «buscar excusas» para la «nefasta gestión de las políticas de la izquierda y de sus socios».

La única parlamentaria de Vox, Amaia Martínez, no ha intervenido en el debate.

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