Las organizaciones sindicales ELA, LAB, ESK, Steilas, Hiru y Etxalde han urgido a los partidos políticos del Parlamento Vasco a «escuchen» a las 138.495 personas que apoyaron una iniciativa legislativa popular (ILP) para establecer un Salario Mínimo Interprofesional (SMI) específico para Euskadi.
Este jueves, representantes de dichos sindicatos presentaron en la sede legislativa vasca los respaldos obtenidos para «establecer en Euskadi un SMI propio», propuesto en unos 1.500 euros brutos distribuidos en 14 pagas mensuales.
Peio Igeregi, encargado de la negociación colectiva de ELA, afirmó que las firmas recogidas son «138.000 razones en contra de la pobreza laboral, en favor de la cohesión social, en contra de la brecha salarial y para que Confebask se siente en una mesa y acepte negociar un salario mínimo propio».
Después de la impresionante movilización que logró reunir «tantas firmas en tan pocos meses», según Lopetegi, es ahora turno del Parlamento de «hacer su trabajo».
«Después de que se acredite que hemos registrado las firmas necesarias, se tramitará la ILP con una propuesta de ley ordinaria y son los partidos políticos quienes tendrán que decidir si la avalan o no», reclamó el grupo sindical.
Oihana Lopetegi de LAB, instó a los partidos vascos a «acepten» y «escuchen» a los ciudadanos y trabajadores «para que la ILP pueda culminar todo su recorrido» y también a Confebask a «se siente a negociar» para mejorar las condiciones salariales en la CAV.
A pesar de la falta de apoyos concretos de los partidos, desde los sindicatos se han mantenido contactos con las fracciones parlamentarias y, aunque admiten que «no hay ninguna certeza», están decididos a seguir adelante esperando la aprobación de la ILP.
«Son 138.000 razones para que los parlamentarios y parlamentarias vascas acepten esta propuesta y se lleve a Madrid, para que podamos tener nuestro salario mínimo», expresó Igeregi. Los sindicatos también esperan el respaldo del parlamento Navarro para avanzar hacia el Congreso de los Diputados.
Lopetegi remarcó que las firmas recabadas buscan «conseguir las competencias para establecer aquí un SMI propio, para mejorar las condiciones de trabajo y de vida de muchas trabajadoras, reducir la pobreza, las brechas salariales y la precariedad, y dar ese paso en el camino hacia la soberanía de este pueblo».















