La presidenta de la Junta de Extremadura, María Guardiola, ha manifestado su disposición a dialogar con todos los grupos políticos en busca de consensos para los Presupuestos de Extremadura de 2026, haciendo un llamado a la ‘responsabilidad’ y ‘madurez’ de Vox.
Durante una sesión plenaria en la Asamblea de Extremadura, Guardiola respondió a una interpelación de Vox acerca de si se contempla una alianza presupuestaria con el PSOE. La líder regional subrayó que, independientemente de las ideologías, el objetivo es ‘llegar a acuerdos que permitan mejorar los servicios públicos y asegurar esas inversiones que están haciendo que nuestra región crezca y se cree riqueza y empleo’, enfatizó.
Guardiola replicó a Vox, argumentando que no se debe ‘descartar, despreciar o señalar a ningún grupo político por el mero hecho de no ser el nuestro’, y destacó la capacidad de ver al ‘adversario político como eso, como un adversario y no como un enemigo de guerra’, lo que permite alcanzar acuerdos beneficiosos para la región.
En relación con Vox, la presidenta comentó que ‘son un poquito como la gata Flora: no quieren pactar conmigo, pero no quieren que pacte con otros’, y criticó la actitud de rechazo a las propuestas basándose únicamente en el origen político de estas. ‘Descartar propuestas por el hecho de que vengan de un grupo u otro sin tener en cuenta el contenido o el resultado, haría que la política dejara de tener sentido’, declaró.
Críticas de Vox a la gestión de Guardiola
Óscar Fernández Calle, portavoz parlamentario de Vox, criticó que Guardiola esté ‘negociando el futuro de Extremadura con los que han dejado Extremadura a la cola de España’, y cuestionó la coherencia de negociar con un partido al que se ha presentado como alternativa. ‘¿La alternativa a 36 años socialistas, señora Guardiola, es pactar con el PSOE de los 36 años en el Gobierno?’, inquirió Fernández Calle, además de acusar a Guardiola de engaño y traición.
Finalmente, Guardiola recalcó que las propuestas de Vox ‘suponen un retroceso en los derechos consolidados’ y que las mismas ‘vulneran la ley’. Concluyó señalando que rechazar la recaudación de impuestos, como sugiere Vox, implicaría renunciar a prestar servicios públicos esenciales.














