Ignacio Huertas, secretario general de UPA-UCE Extremadura, ha intervenido este lunes en la Comisión de Agricultura de la Asamblea de Extremadura, donde ha urgido que se entreguen ‘cuanto antes’ las ayudas de emergencia por desastres naturales para los ganaderos afectados por la lengua azul y los productores de cereza, aprobadas por la Junta en mayo.
En su discurso, Huertas ha criticado la respuesta inicial de la Junta frente al brote de lengua azul en las granjas de ovino de Extremadura, calificándola de ‘muy deficiente’ y ha sugerido que ‘probablemente, motivó que se agravaran los primeros efectos de esta enfermedad’.
Ha indicado además que la demora en implementar restricciones de movimiento con Portugal durante las etapas iniciales del serotipo 3, ‘a pesar del conocimiento de casos existentes en aquel momento, hizo que se extendiera con rapidez en las comarcas limítrofes’ con Portugal.
‘A todo esto se sumó que la Junta de Extremadura negó durante meses la dimensión de este problema y la alta mortalidad de animales en las explotaciones de ovino, generando impotencia, desprotección e incertidumbre entre los ganaderos de la región’, señaló Huertas.
Una vez reconocida la situación, se llevó a cabo una gestión ‘más razonable’ de la enfermedad, mejorando la regulación de traslados de animales y el proceso de vacunación, de acuerdo con un comunicado de la organización.
LÍNEAS DE AYUDA
Respecto a las ayudas destinadas a los ganaderos de ovino y a los cereceros, Huertas expresó su preocupación por la falta de diferenciación en el ATP de otras explotaciones, distribuyéndose por tramos de hectáreas o animales en lugar de por superficie o número real de animales, y que no respaldan suficientemente a quienes sufrieron mayor mortalidad animal y, por ende, mayores pérdidas.
‘Creemos que deberían haberse reforzado más los apoyos en los tramos intermedios, donde se ubican las explotaciones familiares y las que más necesitan estas ayudas, aunque para ello se hubiera eliminado el tramo más alto fijando así un apoyo menor para las explotaciones de grandes dimensiones’, destacó Huertas.
En el caso de la cereza, la preocupación se centra en la demora en resolver y pagar los más de 500 expedientes solicitantes, que no han comercializado a través de las OPFH o cooperativas.
Los agricultores ‘necesitan cobrar cuanto antes estas ayudas’ y es crucial que se paguen antes de finalizar el año para evitar la pérdida de presupuesto. Por ello, Huertas ha solicitado que ‘la tramitación del decreto no perjudique el cobro de las ayudas’.
Finalmente, Huertas mencionó los desafíos que implica el cambio climático, como la aparición de nuevas enfermedades previamente controladas por temperaturas y los daños en cultivos ocasionados por fenómenos climáticos cada vez más frecuentes, como sequías y lluvias torrenciales, que exigen nuevas políticas con presupuestos adecuados para sostener la agricultura y ganadería.