El BNG critica la falta de acción del Gobierno frente al problema de la Fosa Atlántica y demanda investigar los desechos nucleares

El BNG ha acusado al Gobierno de España de ‘inacción y pasividad’ ante el ‘grave problema ambiental’ del ‘cementerio nuclear’ en la Fosa Atlántica, ubicado frente a las costas de Galicia, y ha solicitado una investigación detallada sobre estos desechos nucleares.

En una declaración oficial, Néstor Rego, diputado del BNG en el Congreso, exigió que el Gobierno asuma su responsabilidad y promueva una investigación científica para evaluar la condición de los más de 225.000 bidones de residuos radiactivos sumergidos en el mar desde hace más de cuarenta años.

Néstor Rego ha destacado la ausencia total de supervisión y seguimiento en esta área, señalando que entre 1949 y 1982 se vertieron más de 140.000 toneladas de desechos nucleares de ocho países europeos, sin que España realizara inspecciones recientes o evaluara su impacto ambiental.

‘Resulta incomprensible e irresponsable que, después de más de 40 años desde la finalización de los depósitos, el Gobierno español no haya promovido una sola misión científica propia para conocer el estado real de estos residuos peligrosos’, criticó Rego. ‘El Estado no puede seguir desaparecido frente al potencial riesgo de la basura nuclear frente a la costa gallega’, reclamó.

Actualmente, una misión francesa, utilizando el buque oceanográfico L’Atalante con tecnología de punta, está inspeccionando la zona. Esta misión, iniciada por el Centre National de La Recherche Scientifique (CNRS), ya identificó más de mil bidones y planea una segunda fase de intervención directa en 2026.

‘No se entiende que siendo la costa gallega la más expuesta a cualquier riesgo potencial, el Gobierno del Estado no impulse una investigación científica propia, a través del CSIC o de otras instituciones, que permita conocer la situación real de los bidones y su impacto ambiental’, señaló el diputado nacionalista.

El BNG recalcó que las únicas inspecciones hechas hasta ahora fueron en 1988 y 1998, y critica que ni el Consello de Seguridad Nuclear español ni la Agencia Internacional de Energía Atómica han realizado seguimientos en los últimos 25 años, a pesar de las advertencias de expertos sobre el deterioro de los bidones y el riesgo de contaminación marina.

‘Es inasumible que el Estado permanezca impasible mientras se desconoce el estado de un cementerio nuclear en las inmediaciones de nuestras costas. No es una cuestión secundaria, sino un asunto de salud ambiental, seguridad y responsabilidad internacional’, denunció Rego.

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