La Cámara gallega ha decidido declarar el año 2026 como “Ano Oteriano”, con motivo del 50 aniversario del fallecimiento del escritor y político Ramón Otero Pedrayo (1888 - 1976), con el objetivo de impulsar iniciativas de investigación, divulgación y reconocimiento de su vida y de su obra, en coordinación con las principales instituciones culturales, educativas y académicas del país.
De esta forma, el 2026 pasará a ser el “Ano Oteriano” una vez concluya este 2025, ejercicio en el que se rindió homenaje a otro destacado galleguista, Alfonso Daniel Rodríguez Castelao, con el “Ano Castelao”, coincidiendo con el 75 aniversario de su muerte.
Este martes, ante la presencia de figuras relevantes de la cultura, como el presidente de la Real Academia Galega, Henrique Monteagudo, el presidente del Legislativo gallego, Miguel Santalices, dio lectura en el pleno a una declaración institucional consensuada por los grupos parlamentarios con motivo de esta efeméride, así como del centenario de la publicación de una de sus obras más emblemáticas, la “Guía de Galicia”.
Profesor, ensayista, geógrafo, novelista, político y figura destacada de las Irmandades da Fala y, posteriormente, del Partido Galeguista, Otero Pedrayo se convirtió en uno de los grandes referentes del despertar cultural e intelectual de Galicia, representante de una generación que supo enlazar el galleguismo con la defensa de la cultura universal y con un firme compromiso con la tierra.
El texto aprobado subraya que su producción literaria y ensayística continúa siendo un “referente de estudio” y una fuente de inspiración. “Su ejemplo de dedicación a Galicia, a la lengua y a la cultura gallega merece, en este marco conmemorativo, un reconocimiento institucional amplio y transversal”, recoge la declaración.
El documento, que recuerda que su trayectoria le valió el título de “Patriarca das Letras Galegas”, explica que Otero Pedrayo se formó en el galleguismo de la mano de Antón Losada Diéguez, junto con Risco y Cuevillas, integrándose en el Ateneo Ourensano en 1914 y también en el Grupo Nós, junto a los intelectuales más influyentes de la época, con todo lo que supuso este colectivo para la vida cultural gallega. La Real Academia Galega lo eligió miembro de número en 1929.
Maestro por vocación, comenzó su participación en la vida política gallega en 1918, al integrarse en la candidatura regionalista de Lois Porteiro Garea, como miembro de las Irmandades da Fala de Compostela. Tres años después, en abril de 1921, viajó a Vigo con Vicente Risco y Noguerol para intervenir en la asamblea anual de las Irmandades.
Con la proclamación de la República, Otero y otros galleguistas vieron la oportunidad de lograr la autonomía para Galicia. Por ello, a partir de 1930 recorrió la provincia de Ourense ofreciendo mítines de carácter nacionalista y promoviendo la creación del Partido Nazonalista Repubricán de Ourense, del que fue presidente, defendiendo la cooficialidad lingüística y el autogobierno gallego.
En ese contexto obtuvo el acta de diputado, junto a Castelao y Suárez Picallo, y en diciembre de 1939 participó en la fundación del Partido Galeguista, formando parte de su Consello Executivo. Nunca abandonó esta formación, aunque, debido a su profundo catolicismo y a un pensamiento político de corte liberal y conservador, discrepó en ocasiones de algunas de sus propuestas.
Primer catedrático de Xeografía e Historia de la USC
La declaración, leída por Santalices, recuerda asimismo que tuvo un papel muy activo en la campaña del plebiscito del Estatuto de Galicia, compartiendo, como el resto de los galleguistas, la satisfacción por la victoria del 28 de junio de 1936. Su trayectoria política hizo que fuese objeto de represión tras el levantamiento militar que frustró sus aspiraciones, y en 1937 fue destituido y apartado de la docencia, a la que no regresaría hasta 1948. En 1950 se presentó a las oposiciones a la cátedra de Xeografía de la Universidade de Santiago, convirtiéndose en el primer catedrático de esta disciplina en la USC.
El texto pone en valor también el trabajo de la Fundación Otero Pedrayo, con sede en Trasalba-Amoeiro (Ourense), encargada de preservar y proyectar su figura y su legado, presentes de forma constante en la actividad editorial, cultural y académica en toda Galicia.
“Ramón Otero Pedrayo nos une a todos. Es una de las personalidades más conocidas y reconocidas por todos los gallegos y gallegas. Por eso el pueblo gallego le otorgó su máxima estima”, concluye la declaración institucional.