El gerente del servicio gallego de salud (Sergas), José Ramón Parada, ha ratificado que «la decisión de la Xunta sigue siendo, como se corroboró en abril, la de demoler el edificio actual y construir uno nuevo que permita una infraestructura moderna», en relación al Hospital Materno-Infantil de Ourense.
Lo ha señalado en la comisión de economía del Parlamento, ante la pregunta de la diputada del BNG Noa Presas sobre el grado de ejecución del plan director del Complexo Hospitalario Universitario de Ourense y las previsiones presupuestarias relativas a la construcción de un nuevo edificio para el Materno-Infantil.
En su intervención, Presas ha advertido de que la sanidad gallega «se cae a cachos, literalmente», en referencia al derrumbe de parte del techo en marzo.
Ese «desprendimiento», según el gerente del Sergas, se debió al «deteriorado material de los falsos techos» y a la intervención realizada «en los pasados años» para instalar conductos de aire acondicionado. «Lo que es cierto es que el personal técnico analizó el inmueble corroborando su estabilidad estructural», ha añadido.
Además, ha indicado que las «obras de emergencia comenzaron en abril», van a «buen ritmo» y está prevista su finalización en julio de este año.