En una reciente sesión plenaria, el Parlament ha resuelto, mediante una mayoría de votos de partidos de izquierda y la abstención del PP, solicitar al Govern que eleve la educación pública a la categoría de ‘prioridad absoluta’ en su agenda política educativa.
Durante el debate de una proposición no de ley (PNL) presentada por MÉS per Mallorca en defensa de la educación pública, se aprobó también promover la cohesión social y la inclusión a través de políticas de matriculación equilibrada en todos los centros educativos, con una enmienda del PP incluida en este punto, obteniendo el apoyo de todos los grupos parlamentarios excepto Vox.
Maria Ramon, diputada de MÉS per Mallorca, criticó duramente a la Conselleria de Educación por favorecer las escuelas concertadas ‘en detrimento’ de las públicas, citando ‘Todos los datos que pedimos así lo escenifican’, y señaló que la implementación de la gratuidad de la etapa 0-3 ha resultado en la concertación de la mitad de las plazas.
Por otro lado, Álex Pitaluga del PSIB y Joana Gomila de Més per Menorca respaldaron la PNL, destacando la necesidad de fortalecer la oferta pública educativa y criticando que las políticas actuales favorecen una mayor segregación escolar. Isabel Curtó, del PP, defendió que la educación pública y la concertada ‘no son rivales’, mientras que Manuela Cañadas de Vox argumentó que la propuesta de MÉS era un ‘asalto a la libertad’ y una herramienta para la ‘politización’ de las aulas.
Finalmente, la cámara rechazó varias propuestas que buscaban revisar y reducir los conciertos educativos con centros privados, argumentando que esto sería una herramienta para una redistribución inclusiva del alumnado, con votos en contra del PP y Vox.











