La decisión del Gobierno central de no otorgar la Gran Cruz de Carlos III al fallecido expresidente del Govern, Francesc Antich, ha encontrado oposición en todos los partidos con escaños en el parlamento. A diferencia de lo ocurrido con los también fallecidos expresidentes autonómicos y exsenadores Javier Lambán y Guillermo Fernández Vara, a quienes sí se les concedió la distinción este año.
Durante la conferencia de prensa después de la Junta de Portavoces en la Cámara autonómica, el portavoz del PSIB, Iago Negueruela, expresó su descontento con la resolución adoptada por el gobierno de Pedro Sánchez y reveló que ya ha solicitado una rectificación, aunque no especificó qué respuesta ha recibido de Madrid.
“Hizo muchas cosas por Baleares, impulsó el impuesto turístico y la reforma de la financiación, luchó por la protección del territorio, apostó por los pactos y la negociación y fue precursor en medidas de igualdad”, destacó Negueruela.
Sebastià Sagreras, del PP, describió la acción como “un feo gesto de Pedro Sánchez” que debería haber sido corregido ya. Desde Vox, Manuela Cañadas expresó su sorpresa por el hecho de que el propio PSOE no lo considere merecedor de la distinción, mientras que Lluís Apesteguia (MÉS per Mallorca) la calificó de “falta de respeto injustificable”.
Josep Castells, del menorquinismo, tachó la decisión de “injusticia” señalando que Antich fue un impulsor de “políticas innovadoras” y destacó su personalidad conciliadora. José María García (UP) insistió en que la concesión debería ser igualitaria para todos.