Pablo Gárriz, director general de Emergencias e Interior, ha reiterado la eficacia en la gestión de las últimas inundaciones ocurridas en Ibiza. Durante su intervención en la Comisión de Asuntos Institucionales y Generales, destacó que ‘las emergencias pusieron a prueba las islas de Ibiza y Formentera, que respondieron con fortaleza’.
En su discurso, Gárriz extendió su apoyo a los afectados, asegurando que ‘No están solos. El Govern está respondiendo, ha respondido y seguirá respondiendo’. Agradeció también el esfuerzo de los voluntarios y autoridades durante la crisis.
Explicó que, tras la alerta amarilla inicial el 28 de septiembre, la situación empeoró rápidamente, llevándolo a elevar la alerta a naranja el día siguiente. Gárriz diferenció entre los avisos meteorológicos y las alertas de protección civil, enfatizando la rapidez en la activación de los avisos.
Recordó la acumulación de más de 200 litros por metro cuadrado durante la tormenta provocada por el ex huracán Gabrielle y la activación de medidas de protección como mantener a los niños en las escuelas para minimizar riesgos. Resaltó la llegada de la UME y apoyo adicional de Mallorca.
Una vez cesaron las lluvias, se centraron en la rápida normalización de la vida en la isla, con más de 450 efectivos trabajando en el terreno. En el episodio de octubre, mencionó la suspensión de eventos en Formentera y la rápida activación de la UME. Finalmente, destacó las precauciones tomadas con las discotecas durante las fiestas de cierre, informando a los responsables sobre la situación y posibles implicaciones legales.











