En un intenso debate en el pleno de este martes, el Govern y el PSIB se han lanzado acusaciones mutuas de “alimentar el fascismo” respecto a la política de acogida de menores migrantes. La discusión ha alcanzado su punto álgido durante la sesión de control al Govern, marcada por intercambios acalorados entre ambas partes.
La diputada del PSIB Teresa Suárez ha criticado al Ejecutivo autonómico calificándolo de “racista y antidemocrático” por su decisión de no participar en la conferencia sectorial de infancia y juventud de julio, además de rechazar seis millones de euros destinados a la atención de los menores. Por otro lado, la consellera ha defendido la ausencia del Govern en dicha conferencia como una medida para enfrentarse al “rodillo” del Gobierno central, asegurando que no se han perdido seis millones de euros, sino que se ha acordado un reparto de dos millones para los menores ya acogidos.
La respuesta de la consellera no ha tardado en llegar, cuestionando a la diputada socialista si considera esa cantidad suficiente. A su vez, Estarellas ha reprochado al PSIB por su aparente única posición de “defender a ultranza a Pedro Sánchez” y ha reiterado la acusación de fomentar el fascismo. Finalmente, la consellera ha informado que el Gobierno central ha notificado que Mallorca deberá recibir 20 menores adicionales, aclarando que “esto no va de acoger a 49 niños”.










