El Gobierno de la Franja de Gaza, bajo la administración de Hamás, ha actualizado la cifra de víctimas palestinas que han perecido por hambre o desnutrición a más de 120 desde que comenzó la agresión militar israelí el 7 de octubre de 2023, en el contexto de las limitaciones impuestas por Israel para la entrada de asistencia humanitaria al territorio.
Según un informe del Ministerio de Salud de Gaza, en las últimas 24 horas se han contabilizado nueve fallecimientos más por inanición y desnutrición en los centros médicos de la región, elevando el total a 122 muertes, de las cuales 83 son menores de edad, como se comunicó a través de Telegram.
En respuesta a estos eventos, la oficina de comunicaciones de Gaza ha calificado la situación de «un crimen sistemático de hambruna perpetrado por la ocupación israelí contra más de 2,4 millones de personas asediadas y hambrientas en la Franja durante 145 días», y ha urgido la formación de una comisión internacional para investigar estos hechos y procesar a «los criminales de guerra israelíes -líderes, oficiales y soldados- en todos los países del mundo y su remisión a juicios internacionales justos».
Además, han demandado «fin inmediato de la hambruna, la apertura de todos los cruces fronterizos y la entrada de leche de fórmula», así como el suministro diario de 500 camiones de ayuda humanitaria y 50 camiones cisterna para «salvar lo que sea posible de esta catástrofe humanitaria perpetrada por la ocupación en directo».
Finalmente, han atribuido la responsabilidad total de esta «catástrofe histórica» a Israel, Estados Unidos y a naciones colaboradoras como el Reino Unido, Alemania y Francia, además de a la comunidad internacional. También han exhortado a los países árabes e islámicos a cortar lazos con Israel y a colaborar para terminar con el asedio y establecer corredores humanitarios.
La ofensiva israelí, una reacción a los atentados del 7 de octubre de 2023 que resultaron en aproximadamente 1.200 fallecidos y cerca de 250 secuestrados según fuentes israelíes, ha provocado, según denuncias de las autoridades gazatíes, alrededor de 59.700 muertes palestinas, aunque se teme que la cifra real pueda ser aún mayor.