El gobierno de Camerún ha reportado que veinte personas han perdido la vida como consecuencia de la violencia surgida después de las recientes elecciones presidenciales del 12 de octubre. En dichos comicios, el presidente en funciones, Paul Biya, fue reelegido para un octavo mandato, en un contexto de acusaciones de fraude electoral por parte de Issa Tchiroma Bakary, el principal adversario político.
Paul Atanga Nji, ministro de Administración Territorial, informó que trece víctimas mortales se registraron en la región de Litoral, incluyendo cuatro personas que murieron durante una estampida. A estas se les añaden tres muertes tanto en la región Norte como en Este, y una adicional en Oeste, según datos recopilados por el sitio Actu Cameroun.
Además, el ministro enfatizó que las autoridades detuvieron a 1.243 individuos sospechosos durante las manifestaciones que denunciaban irregularidades y rechazaban el triunfo de Biya. Tchiroma Bakary ha rechazado los resultados oficiales, proclamándose presidente tras afirmar poseer pruebas que le otorgan cerca del 60 por ciento del apoyo electoral.
Biya, quien a sus 92 años continúa al mando, asumió su nueva legislatura en una ceremonia el 6 de noviembre, prolongando así su liderazgo de 43 años. Su salud y las limitadas apariciones públicas han suscitado especulaciones, especialmente durante la reciente campaña electoral.











