Al cumplirse 25 años de la Cumbre de Camp David de julio de 2000, que no logró un acuerdo, el conflicto palestino-israelí experimenta un intenso repunte a causa de los ataques del 7 de octubre de 2023, liderados por el Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás). Esta situación precipitó una violenta respuesta de Israel contra la Franja de Gaza, extendiendo el conflicto a gran parte de Oriente Próximo.
Organizada por el presidente estadounidense de entonces, Bill Clinton, la cumbre se celebró entre el 11 y el 25 de julio de 2000, y contó con la participación de Ehud Barak y Yaser Arafat, entonces primer ministro de Israel y presidente de la Autoridad Palestina, respectivamente. El objetivo era alcanzar un acuerdo que terminara con décadas de conflictos, pero el intento no fructificó.
Clinton eligió Camp David para las reuniones, intentando replicar el éxito de los Acuerdos de Camp David de 1978, que marcaron la paz entre El Cairo y Tel Aviv. Sin embargo, el estado palestino sigue sin concretarse, a pesar de los continuos llamados internacionales a su establecimiento.
El evento siguió a la Conferencia de Paz de Madrid de 1991, que buscaba fomentar el proceso de paz, siendo un preámbulo a los Acuerdos de Oslo de 1993, que se diluyeron por la falta de implementación en el terreno. Las negociaciones estuvieron llenas de escepticismo, particularmente sobre el rol de Estados Unidos, percibido por los palestinos como parcial debido a su apoyo a Israel, complicando cualquier aproximación de las posturas con la mediación de Clinton.
Desde el principio, las diferencias fueron evidentes, con críticas de Arafat hacia Barak por no cumplir con los Acuerdos de Oslo, especialmente en lo relativo a la detención de la construcción en asentamientos en Cisjordania y Jerusalén Este. Arafat también se mostró reticente a los llamados de Clinton para participar en la reunión, especialmente porque Barak había intentado un acuerdo de paz con Siria. Por otro lado, Barak dudaba de la voluntad de Arafat para alcanzar un acuerdo, lo que resultó en reuniones escasas entre ellos y dependencia en las conversaciones entre delegaciones.
El fracaso de la cumbre también fue uno de los detonantes de la Segunda Intifada, que se desencadenó en septiembre debido a la falta de progreso y el papel de la Autoridad Palestina. La visita controvertida de Ariel Sharon a la Explanada de las Mezquitas exacerbó la situación, provocando protestas y una violenta respuesta israelí.
El proceso de paz ha tenido pocas mejoras significativas desde entonces, con esfuerzos intermitentes y una tendencia de rechazo en Israel hacia la solución de dos estados. Asimismo, la propuesta de Trump en 2020 sobre un ‘acuerdo del siglo’ fue rechazada por los palestinos, quienes la vieron como una vía hacia la anexión de Cisjordania, especialmente en el contexto del conflicto actual sin un cese al fuego ni perspectivas de paz.