Este sábado, las autoridades de la Franja de Gaza, bajo la administración del Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás), han informado que la cifra de desplazados palestinos desde la ciudad de Gaza ha superado los 270.000 debido a la intensa ofensiva iniciada el 16 de septiembre por el Ejército de Israel con el objetivo de tomar control de la localidad.
“La ocupación ha desplazado por la fuerza a 270.000 palestinos de la ciudad de Gaza hacia el sur, bajo las amenazas de los bombardeos y el genocidio, mientras que más de 900.000 permanecen firmes y se niegan a irse”, ha declarado la oficina de prensa de las autoridades gazatíes en un comunicado en Telegram.
Además, han confirmado un “aumento del desplazamiento forzoso desde la ciudad de Gaza”, en un contexto donde el Ejército de Israel insta a la población a desplazarse hacia el sur, a pesar de las críticas internacionales que señalan la falta de condiciones seguras y adecuadas en esa zona.
“En contraste, también se ha registrado un desplazamiento inverso, ya que más de 22.000 personas han vuelto a sus zonas originales de residencia dentro de la ciudad de Gaza hasta el medio día de este sábado (…) debido a la falta de los bienes más básicos para la vida en el sur”, ha recalcado. Las áreas de Al Mauasi y las ciudades de Jan Yunis albergan casi un millón de personas.
Estas zonas han sido descritas por las autoridades de ocupación como ‘áreas humanitarias y seguras’, aunque han sido objeto de más de 110 bombardeos y ataques de artillería que han resultado en más de 2.000 muertes, incluyendo matanzas en Al Mauasi. “Esta zona carece totalmente de las necesidades básicas para la vida, al no contar con hospitales, infraestructura ni bienes esenciales como agua, comida, refugio, electricidad o instalaciones educativas, lo que hace que vivir allí sea casi imposible”, han argumentado.
Finalmente, han acusado a Israel de “intentar meter a presión a más de 1,7 millones de personas en su interior como parte de un plan para establecer campos de concentración, en el marco de su política sistemática de desplazamiento forzoso con el objetivo de vaciar el norte de la Franja y la ciudad de Gaza de sus residentes, lo que supone un crimen de guerra y un crimen contra la humanidad”.
“Denunciamos el vergonzoso silencio internacional y el fracaso a asumir responsabilidades legales y morales frente a estos crímenes”, han concluido, responsabilizando también a Estados Unidos y a “los países implicados en el genocidio”.