Este lunes, el ejército ucraniano ha verificado la presencia de más de 300 soldados rusos en Pokrovsk, siendo este uno de los últimos reductos ucranianos en la disputada provincia de Donetsk, mayoritariamente ocupada por fuerzas rusas. La posesión de esta ciudad es crucial tanto por su valor logístico como simbólico.
Según ha comunicado el gobierno de Ucrania, las tropas rusas han aprovechado “condiciones meteorológicas adversas” para reforzar sus esfuerzos y penetrar con éxito en el área de Pokrovsk, un importante centro minero e industrial vital para mantener las comunicaciones en las escasas áreas que Kiev aún controla en el Donbás.
Las fuerzas invasoras han incursionado por el sur de la ciudad con la intención de avanzar hacia el norte y, eventualmente, intentar rodear completamente el frente. Esta estrategia fue expuesta en la cuenta de Telegram del VII Cuerpo de las Fuerzas Aerotransportadas de Asalto de las Fuerzas Armadas de Ucrania.
A pesar del avance ruso, las tropas ucranianas siguen resistiendo en la ciudad. Según los últimos datos, desde principios de noviembre, han eliminado a 162 soldados rusos y han herido a otros 39.











