Desde la reconquista de Jartum por el Ejército el 21 de mayo, los equipos forenses en Sudán han recuperado y sepultado a más de 3.800 personas fallecidas encontradas tanto en las vías públicas como en residencias particulares. Este suceso ocurre tras largos meses de enfrentamientos con los paramilitares de las Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF) en un conflicto que ha devastado la nación durante más de dos años.
Aún no se dispone de cifras exactas sobre el total de muertes causadas por el conflicto que comenzó en abril de 2023. Un informe de noviembre del año pasado por el Grupo de Investigación de Sudán de la Escuela de Higiene y Medicina Tropical de Londres menciona aproximadamente 60.000 muertos en el estado de Jartum hasta esa fecha. Sin embargo, el informe no incluye datos sobre otras regiones, especialmente Darfur, afectada por violentos enfrentamientos intercomunitarios.
Según declaró Hisham Zain al Abidin, director de la Autoridad de Medicina Forense de Sudán, los enfrentamientos en Jartum obligaron a los ciudadanos a enterrar a los muertos en improvisadas tumbas dentro de sus hogares o a dejar los cuerpos en las calles. El equipo de Al Abidin ha estado recogiendo restos en casas, áreas residenciales, hospitales y edificios públicos.
Además, Al Abidin reveló la existencia de ‘cientos de fosas comunes’ aún sin examinar en la capital y sus alrededores, posiblemente relacionadas con desapariciones forzadas atribuidas a las RSF, quienes rechazan cualquier responsabilidad y acusan al Ejército. El Grupo Sudanés para la Defensa de los Derechos y las Libertades estima que cerca de 50.000 personas han desaparecido desde el comienzo de la guerra en abril de 2023 hasta marzo de este año, aunque consideran que esta cifra podría ser conservadora.