En la provincia de Kivu Norte, en la República Democrática del Congo (RDC), afectada desde hace meses por el control de las milicias del Movimiento 23 de Marzo (M23), se han registrado al menos 52 muertes de civiles a manos de las Fuerzas Democráticas Aliadas (ADF), que tienen vínculos con el grupo yihadista Estado Islámico, en solo una semana.
La misión de paz de Naciones Unidas en la República Democrática del Congo (MONUSCO) ha emitido un comunicado este lunes donde se informa que entre los fallecidos hay ocho mujeres y dos menores, y se advierte que el número de víctimas podría incrementarse.
Los ataques, que ocurrieron entre el 9 y el 16 de agosto en varias localidades de Beni y Lubero, incluyeron secuestros, saqueos, incendios de viviendas y vehículos, así como destrucción de propiedades, empeorando la situación de los civiles de la zona.
Bintou Keita, jefa de la MONUSCO, ha expresado que estas acciones son «intolerables y (que) constituyen graves violaciones del Derecho Internacional Humanitario y del Derecho Internacional de los Derechos Humanos», y ha ofrecido sus «más sinceras condolencias» a las familias y comunidades afectadas.
El domingo pasado, las ADF llevaron a cabo otro ataque en el municipio de Oichi, también en Kivu Norte, que resultó en la muerte de al menos nueve personas, tres de las cuales fueron quemadas vivas, destacando la extrema brutalidad de estos ataques.















