En los últimos dos meses, Pakistán ha sido azotado por intensas lluvias monzónicas que han dejado un saldo de 788 fallecidos, más de mil heridos y decenas de miles de evacuados, de acuerdo con lo reportado por las autoridades locales, quienes se mantienen en alerta ante la posibilidad de más precipitaciones en los próximos días.
En un recuento de las últimas 24 horas, se ha informado sobre la muerte de una docena de personas en la provincia de Jaiber Pajtunjua, al noroeste del país, donde las lluvias han ocasionado cortes de energía eléctrica y el colapso de infraestructuras habitacionales y comerciales.
Los residentes de Karachi, la ciudad más grande de Pakistán ubicada en el sur, han enfrentado grandes congestionamientos viales como resultado de los trabajos de reparación en numerosas carreteras, dañadas severamente por las lluvias que han impactado a gran parte de la nación en las últimas semanas.
Desde el 26 de junio, cuando comenzaron estas lluvias, han perdido la vida 788 personas, incluyendo 200 niños. Las áreas más golpeadas incluyen Jaiber Pajtunjua y Punjab, donde se han concentrado la mayoría de las víctimas y lesionados.
La Autoridad Nacional de Gestión de Desastres (NDMA) ha reportado que 25.644 individuos han sido salvados en 512 operaciones de rescate. Un total de 6.630 hogares han sido destruidos en su totalidad o de manera parcial. El sector agrícola y pecuario no ha sido la excepción, sufriendo pérdidas significativas tanto en cultivos como en ganado. Se anticipa que las lluvias persistan hasta, al menos, el 30 de agosto.