Durante la noche del sábado, en la que coincidió una cumbre bilateral entre Donald Trump, presidente de Estados Unidos, y Vladimir Putin, presidente de Rusia, se informó de intensos ataques en ambos países, resultando en la destrucción de cerca de un centenar de drones. A pesar del encuentro de alto nivel, no se alcanzaron acuerdos definitivos respecto a la situación en Ucrania.
Las fuerzas aéreas ucranianas reportaron que aproximadamente 85 drones apuntaron a las áreas de Sumi, Donetsk, Chernihiv y Dnipropetrovsk, además de un ataque con misil balístico. ‘Según datos preliminares, a las 08.00 horas (hora local), las defensas aéreas suprimieron 61 vehículos aéreos no tripulados Shahed enemigos y drones simuladores de varios tipos en el norte y el este del país. Se registraron impactos de misiles y 24 vehículos aéreos no tripulados en 12 puntos’, comunicaron a través de Telegram.
El Ministerio de Defensa de Rusia indicó que sus fuerzas interceptaron 29 drones ucranianos que volaban sobre varias regiones rusas y el mar de Azov. ‘Diez sobre la región de Rostov, nueve sobre la región de Stavropol, cuatro sobre la región de Kursk, un UAV fue derribado sobre las regiones de Belgorod, Bryansk y Krasnodar, y tres sobre las aguas del Mar de Azov’, detalló el Ministerio en la misma red social.
Volodimir Zelenski, presidente de Ucrania, en su alocución del viernes por la tarde, denunció que Rusia continuaba su agresión el mismo día de la cumbre. Por otro lado, Trump trasladó la responsabilidad de futuros progresos al presidente ucraniano, instándolo a negociar un acuerdo con Rusia.